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HISTÓRICO
El suegro de Uribe
  • El suegro de Uribe | Dos grandes novias hubo en la vida de Darío Moreno Restrepo, según recuerda su hijo, Carlos Enrique. Primero tuvo a Margoth De Greiff. Luego se casó con Marina Mejía, una dama brillante, de inteligencia privilegiada, buen sentido del humor, lectora incansable, dueña de una amplia cultura general y capaz de armar fiesta adondequiera que llegaba. Tres años después de la muerte de Marina, don Darío se casó con Margoth, con quien vive actualmente en su finca.
    El suegro de Uribe | Dos grandes novias hubo en la vida de Darío Moreno Restrepo, según recuerda su hijo, Carlos Enrique. Primero tuvo a Margoth De Greiff. Luego se casó con Marina Mejía, una dama brillante, de inteligencia privilegiada, buen sentido del humor, lectora incansable, dueña de una amplia cultura general y capaz de armar fiesta adondequiera que llegaba. Tres años después de la muerte de Marina, don Darío se casó con Margoth, con quien vive actualmente en su finca.
Germán Jiménez Morales | Publicado

¿y qué tal es Álvaro Uribe como yerno? "Muy bien", responde de inmediato el suegro, Darío Moreno Restrepo. "De él siempre me ha llamado la atención su rectitud, su decisión, la claridad de sus ideas y la forma como consigue llevarlas a la realidad".

¿En la época en que conoció a su hija (Lina) hablaba de su sueño de ser Presidente de la República?
"Así es. Y si él quería y llegaba, eso me parecía bien. Yo ya conocía a su padre, a quien, como a mí, le gustaban las fincas. El muchacho me cayó bien, tuvo un noviazgo normal y corto con Lina y no hubo problemas con la pedida de mano".

¿Para usted cuál fue el momento más difícil de la presidencia de Uribe?
"El día de la cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando enfrentó la crisis generada por el bombardeo al campamento de Raúl Reyes. La reacción de Ecuador, Venezuela y Bolivia fue muy fuerte. Recuerdo que saludó a todo el mundo, pero me quedó muy grabada la dura mirada de Rafael Correa. Después todo ha seguido bien".

¿Cómo vio a su hija como primera dama?
"Fue muy duro. Se sabía en lo que se iba a meter, pues eran tiempos muy bravos, con la gente muy dividida. Ella es muy espontánea para expresar sus cosas. Una vez, por ejemplo, estaba en un supermercado y una señora encopetada le preguntó qué hacía allí, ante lo cual Lina le respondió: 'Haciendo mercado, porque en mi casa también se come'. Ella ha sido toda la vida discreta, aguda e inteligente. Siquiera terminó eso. Ahora está feliz en su casa y nos vemos continuamente".

¿Y Uribe le pide consejos?
"Nunca me pedía. Pero sí escuchaba mis opiniones, especialmente en el campo de los negocios".

Y es que de negocios sí que ha sabido Darío Moreno Restrepo, el empresario antioqueño que ha sido poco reconocido, en gran medida por su propia decisión de mantener un bajo perfil.

Nació en Medellín, cerca del Palacio de Bellas Artes. Juan y Carmelina fueron sus padres, tuvo nueve hermanos y es el único sobreviviente. Del mundo empresarial está empapado desde chico, pues su padre era dueño de Mosaicos Moreno, cuyos pisos aún pueden apreciarse en muchas iglesias de la capital antioqueña.

Entre las primeras experiencias industriales del ingeniero de la Escuela de Minas está el Taller El Renacimiento, propiedad de su hermano Augusto, en donde fabricaban puertas. Posteriormente fue socio de Alberto López, en Larco, organización pionera en el país en equipos de aire acondicionado y refrigeración.

Partió cobijas con López y se quedó con la línea de producción que le dio nombre a la compañía: Resistencias Eléctricas, la cual tuvo más larga vida, porque a Larco, según recuerda, se la tiró un sindicalismo muy adoctrinado por el comunismo.

Con otro de sus hermanos fue de los primeros en fabricar baterías para carros en Colombia y de esa actividad pasó a la producción de soldaduras industriales, con Aleaciones y Metales.

De sus negocios particulares sacó tiempo para laborar en el sector público. Ad honorem, como era la usanza antes de la llegada de los políticos profesionales, fue concejal y presidente del Concejo de Medellín. También fue director de Valorización de la ciudad y Alcalde, del 21 de septiembre de 1962 al 8 de julio de 1963. En estos cargos le tocó la ampliación de vías como Bolívar, San Juan, la avenida El Poblado y la construcción de las transversales superior e inferior.

De la Alcaldía salió para la presidencia de Cervunión. Amplió instalaciones y logró que se unificara la producción de envases de cerveza en el país, en momentos en que, dice, el líder del ramo les quebraba los envases a los rivales y les pagaba a las cabareteras para que no vendieran Pilsen. A Cervunión se la tomó el Grupo Santo Domingo y por petición del dueño siguió como presidente, pero solo por un año.

Cerrado ese ciclo, don Germán Saldarriaga, fundador y propietario de la Cacharrería Mundial, llamó a Moreno Restrepo para que le organizara el grupo Inversiones Mundial, con firmas como Pintuco, Prodenvases, Cacharrería Mundial, Plastider, Ordenadora de Datos y otras. Su espíritu innovador le llevó a montar lo que parecía una locura: Coservicios, la primera planta nacional de fabricación de ascensores, bajo la marca Andino, que hoy es propiedad de otros inversionistas.

Amante del riesgo, Moreno Restrepo y otros socios montaron a Grafi, la cual terminó siendo afectada por la regulación adoptada luego de la destorcida financiera de los 80s.

En ese momento optó por concentrarse en lo suyo, que para entonces ya incluía los viveros, de Coljardines; la producción de telas, con Área Textil, y un campo que le dio muchas satisfacciones: la finca raíz.

De hecho, Moreno Restrepo recuerda que tuvo fincas muy bonitas, como una en Las Palmas, de 104 hectáreas, adquirida en la década del 60 por 150.000 pesos. Tuvo buen ojo. En el 2009 una sobrina le pidió que la acompañara a ver un lote que había comprado en esa parcelación. "Escogiste bien", le dijo el tío a su sobrina, luego de apreciar el área de 3.000 metros cuadrados, pero sin dejarse de sorprender por el valor del metro cuadrado: 123.400 pesos.

Su hijo, Carlos Enrique Moreno Mejía, estima que su padre propició la creación de más de diez firmas. Es que también estuvo en el grupo de empresarios que fundó el Hotel Las Lomas y participó en el montaje de Cipreses de Colombia y en Forestales Doña María.

Todo eso sin contar con algo sobre lo que guarda silencio: el apoyo a muchos familiares para que montaran negocios de cría y levante de caprinos, cerdos, patos y conejos.

Las horas le alcanzaban para tener variados divertimentos. Con el exgobernador Alberto Vásquez Restrepo tuvo el Laboratorio de Cosas Electrónicas y gracias a sus potentes equipos se enteraron, 10 horas antes que el resto de los colombianos, del ataque japonés a la base naval norteamericana de Pearl Harbor, en Hawai.

Coleccionó estampillas y piedras. Tuvo un completo laboratorio de fotografía. Llegó a tener más de 300 variedades de bifloras y varias centenas de variedades de orquídeas. De sus cultivos hiDROP     ónicos sacó rábanos de kilo y medio, zanahorias de 30 y 40 centímetros, mazorcas de 60 centimetros, crisantemos de 35 centímetros de diámetro. Sin olvidar una impresionante colección de maíces rojos, verdes, azules y morados.

Hoy sigue en medio de orquídeas y bifloras. No está solo, pero suena triste: "¿Qué es la vida, ver morir a los amigos y compañeros?". Ellos se van, pero le queda la mejor flor que ha cultivado, o su mejor acto de magia, porque hasta mago fue: La familia, que en número de 150 lo colmó de cariño en su cumpleaños 90.

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