viernes
7 y 9
7 y 9
Es un hecho la construcción del Túnel de Oriente para automotores. El Gobernador Luis Alfredo Ramos se había empeñado en dejarlo andando antes de terminar su mandato. EL COLOMBIANO no ha estado de acuerdo con esta obra, por no considerarla prioritaria hoy. Sin descartar que en el futuro habrá no sólo uno, sino varios túneles que conectarán el valle de Aburrá con el valle de San Nicolás.
Nosotros sosteníamos, y en eso hemos coincidido con nuestro colega El Mundo , que lo urgente era mejorar las condiciones de las actuales vías, la autopista Medellín-Bogotá, Santa Elena, Las Palmas y El Escobero. Y decíamos que era urgente, además, completar la doble calzada entre Sancho Paisa y Sajonia.
También decíamos que el primer túnel debería ser férreo para prolongar el metro de Medellín hasta inmediaciones del aeropuerto José María Córdova y que de ahí arrancaran una serie de sistemas integrados de transporte hacia todos los municipios del Oriente cercano. Esta tesis se refuerza con la ampliación del metro hasta Miraflores.
El túnel férreo tiene la ventaja de que cuesta menos, porque no necesita los costosos extractores de aire que exige un túnel vehicular para sacar el C02 que generan los automotores.
Pero hay algo más. Las personas que estén al norte del valle de Aburrá, es decir en la zona nororiental y noroccidental de Medellín, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa, nunca vendrán hasta el centro de Medellín para coger el túnel sino que usarán la autopista.
Quienes estén en El Poblado seguirán tomando Las Palmas, pues no se les justifica devolverse hacia el norte para volver al sur. Y quienes estén en Envigado, Sabaneta, Itagüí, La Estrella y Caldas, muy probablemente llegarán al Oriente por El Escobero.
Nuestra posición nada tiene que ver con la valorización, porque también la habrá cuando se decida hacer el tramo faltante de la doble calzada entre el alto de Las Palmas y Sajonia.
Había otra alternativa de túnel, que fue planteada por el ex Presidente Álvaro Uribe cuando fue gobernador. Éste sería entre Envigado y la represa de La Fe y se complementaría con otro pequeño entre esta represa y la zona de El Tablazo.
Pero el túnel vehicular es un hecho. Sólo resta esperar que haya un manejo serio de los impactos ambientales, económicos y sociales, que se haga con las especificaciones adecuadas y que haya un eficiente manejo de las aguas para no dejar sin el recurso hídrico a los habitantes del alto de Santa Elena y para evitar derrumbes en una zona que ha sido siempre geológicamente inestable.
También esperamos que haya una total transparencia en su contratación y en la interventoría, y que las obras sean de excelente calidad para evitar posteriores dolores de cabeza.
Pero repetimos, habríamos preferido la mejora de otras obras y un impulso definitivo al proyecto Autopistas de la Montaña, pues Antioquia no puede seguir con una baja calificación en competitividad por falta de vías que la comuniquen con Urabá, el resto de la Costa Atlántica y el Océano Pacífico.