El gobernador de Nariño, Antonio Navarro Wolff, denunció a la guerrilla de las Farc como autora de la masacre de al menos 8 indígenas pertenecientes a la comunidad Awa en zona rural del municipio de Barbacoas.
El mandatario afirmó que la guerrilla llegó el pasado 4 de febrero hasta el resguardo Unipa, en el corregimiento Tortugal, una apartada zona del pie de monte costero nariñense, en donde se encontraban 17 nativos y los acusaron de tener vínculos con la fuerza pública.
"La guerrilla sacó del lugar a varias familias recriminándolas por su supuesta colaboración con el Ejército. Un joven logró escapar y contó que los habían amarrado, luego los torturaron, los golpearon y mataron a 8 con arma blanca", indicó Navarro Wolff.
Hasta ayer no se había podido establecer cuál fue la suerte de las 9 personas restantes del grupo sacado a la fuerza por la guerrilla y de otras 6 que fueron enviadas por la propia comunidad para verificar lo sucedido.
Según el asesor de Paz de Nariño, Xavier Hernández, algunos miembros del Ejército son los únicos que se han internado en la zona para establecer el número de muertos.
Comisión por definir
Una reunión convocada para hoy, a la que asistirán delegados de la Defensoría del Pueblo, organismos internacionales y defensores de Derechos Humanos, busca crear una comisión que se trasladaría hasta la zona o por lo menos procurará ofrecer asistencia humanitaria urgente a las comunidades Awa que habitan en el lugar de la masacre.
Sin embargo, por lo distante del territorio y la grave situación de orden público por la presencia de guerrillas y paramilitares, además de campos minados, ha hecho más difícil la conformación de la delegación.
"Hemos estado conversando con el Sistema de Naciones Unidas pero ellos dicen que no hay garantías de seguridad para trasladarse al lugar" agregó Wolff.
El presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic, Luis Evelis Andrade, llegó a Pasto para encontrarse con varios de los gobernadores de resguardos en Nariño y analizar la situación de seguridad de las comunidades aborígenes.
El líder indígena dijo que todavía las propias autoridades de la zona en donde ocurrió la masacre no han confirmado el número total de muertos y que aún no se ha podido realizar el levantamiento de los cadáveres.
Andrade aseguró que además de insistir en una urgente atención humanitaria a los Awa, se hará una propuesta para que no sea la Fuerza Pública la que acompañe la comisión del gobierno sino que sea la guardia indígena del Cauca para que garantice la seguridad.
"La guardia indígena está lista para apoyar esta labor en cualquier momento. A lo único que le tememos es a las minas antipersonales que hay sembradas en la zona, pero no sentimos temor por nada más", puntualizó el Presidente de la Onic.
Tanto Human Rights Watch como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), le pidieron al Gobierno colombiano tomar medidas inmediatamente para proteger a esta comunidad, una de las más vulnerables.