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Estar preparado para el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos es una de las prioridades de Colombia en este momento y para lograrlo, está trabajando desde diferentes frentes, uno de ellos es la educación.
El país le está apostando más que nunca a la calidad y a la certificación y acreditación de programas e instituciones educativas, y ese es el objetivo de las entidades de educación para el trabajo y el desarrollo humano, que son conscientes de la necesidad de ser competitivas para responder mejor al mercado laboral.
En el ámbito internacional, las personas deben estar certificadas en competencia y en normas de calidad para poder desempeñar una labor, así que Colombia ya no puede decir que tiene gente trabajando sin estar preparada para ello, pues esto va a repercutir en el desmejoramiento de la calidad y la productividad del país.
"Una necesidad de nuestra sociedad es preparar a la gente para que se enfrente a la vida y esa es la educación para el trabajo y el desarrollo humano. Ojalá un joven a los 18 años tuviera muchas competencias laborales para ganarse la vida y que si no quiso o no pudo entrar a una universidad, no tenga que ser un desempleado", afirma Jaime Pérez Tamayo, presidente en Antioquia de la Asociación Nacional de Entidades de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano (Asenof).
Estas entidades, que antes se denominaban de educación no formal, recibieron dicho nombre a partir de la Ley 1064 de 2006 que dictó normas para su apoyo y fortalecimiento. En ellas, el estudiante recibe una certificación de técnico laboral luego de cuatro semestres de formación.
Beneficios para todos
En la Ley 1064 de 2006 también quedó estipulada la necesidad de que estas instituciones se certifiquen en calidad, a raíz de esto surgen las normas técnicas de calidad de formación para el trabajo (NTC), que certifican procesos y programas. Según Pérez Tamayo, la importancia de estas normas es la necesidad de desarrollar el talento humano del país, para que sea más competitivo y mejore su índice de productividad.
Cuando una institución es de calidad ofrece mayor confianza y seguridad a los padres, alumnos y empresarios que contratarán luego a estos jóvenes. Por su parte, la certificación posibilita que los estudiantes no estén marginados del mercado laboral nacional e internacional, porque estas normas están estandarizadas a nivel mundial.
También les permite obtener los beneficios del contrato de aprendizaje, por el que reciben una remuneración y completan su proceso de aprendizaje. Antes, para acceder a estos beneficios, las instituciones debían recibir unas visitas de aprobación de calidad del Sena; pero hoy, el requisito para tener aprendices es cumplir con las normas técnicas de calidad.
Otra ventaja para los alumnos es que podrán acceder a los créditos y ayudas del Icetex a partir de enero de 2012. "A las empresas les importa la calidad de un estudiante para desarrollarse en determinado campo y por eso es importante estudiar en una institución certificada, donde lo que uno aprende lo podrá utilizar", afirma Andrés Osorio Patiño, estudiante de Comunicaciones y Medios Periodísticos del Instituto Metropolitano de Educación (IME).
Esfuerzo conjunto
Acogerse a las normas técnicas de calidad exige a las instituciones de formación para el trabajo y el desarrollo humano grandes esfuerzos. En la actualidad hay 55 entidades certificadas de 2.400 que existen en Colombia. "El principal obstáculo es que veníamos de un régimen de instituciones educativas de poca calidad y hacer la transformación exige mejorar el talento humano y la infraestructura y tener los programas reconocidos por competencias laborales", afirma el Presidente de Asenof Antioquia.
Por eso es necesario unir esfuerzos, con el fin de exigir y acompañar a las instituciones para que cumplan con estas normas. El Ministerio de Educación Nacional y Asenof son dos de las entidades que trabajan por ese propósito y a ellas se han unido las Secretarías de Educación de Antioquia y de Medellín que se destacan en el país por su compromiso con la calidad de la educación. Las instituciones certificadas en el departamento son: Cesde, Cedes Medellín y Rionegro, Censa, Cetasdi, Corpocemped, Corporación Ecosesa, Corporación Escuela Empresarial de Educación, Compuedu, Indecap, Instituto Colombiano de Capacitación Técnica, IME y Politécnico Mayor.
"Yo creo que en poco tiempo el número de instituciones certificadas va a aumentar", concluye Pérez Tamayo.