La mortalidad de las mujeres durante el embarazo es para la Comisión de Género de la Rama Judicial, una de las formas de violencia más frecuentes en Colombia.
El diagnóstico es claro: por cada 100.000 bebés nacidos vivos mueren 73 madres gestantes, pese a que en este país el 97 por ciento de los partos son atendidos en instituciones de salud. Los departamentos con mayores índices de mortalidad materna son Chocó, Guainía, Vichada, Guaviare y Caquetá.
"Muchas mujeres mueren dentro de las ambulancias mientras son llevadas a las clínicas, algunas veces porque no se les presta atención adecuada y otras por los largos trayectos cuando viven en zonas apartadas", advirtió Diego Palacios Jaramillo, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
A esto se suma que muchas de las mujeres gestantes mueren de patologías que podrían ser detectadas y atendidas a tiempo.
Entre ellas están hemorragias graves que pueden matarlas en dos horas; infecciones; abortos en malas condiciones o en centros no autorizados; y trastornos hipertensivos como preclampsia y la eclampsia.
El riesgo aumenta casi al doble en los embarazos de mujeres entre los 15 y 19 años, en especial si son mujeres que viven en condiciones de vulnerabilidad.
Palacios explicó que hay diferencias territoriales que confirman la relación entre la pobreza y la muerte de mujeres a causa de la maternidad. Mientras que en Risaralda mueren cerca de 52 mujeres por cada 100.00 nacidos vivos, en Chocó mueren cerca de 400 mujeres.
"Estas cifras son inaceptables para el nivel de desarrollo de Colombia. La mayoría de estas muertes se producen por un servicio ineficiente y no especializado del embarazo, el parto y el postparto.", dijo Gilberto Álvarez, director de Salud Pública del Ministerio de la Protección Social.