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Al general Hernán Giraldo, comandante de la VII División del Ejército, le dieron una gallina en las manos, le amarraron una manilla embera, le pusieron un sombrero vueltiao de Tuchín, se arrodilló frente a un gobernador tule y lo bautizaron "como un indígena".
Dicen que se va de la VII División y desde ya los sinú, embera y tule le adelantaron un homenaje realizado el pasado sábado en Apartadó. En Urabá, Córdoba y Chocó lideró la reconstrucción de 10 resguardos indígenas, y pese a ser un líder militar en una zona de conflicto, la gente lo identifica más como un hombre desarmado.
Raro que los indígenas llamen a un general de la República como su mayor...
"El reconocimiento que me hicieron fue de adoptarme como una parte de su pueblo. Lo más importante es que yo tomo esto porque viene del corazón de ellos. No es un acto de relaciones públicas, ni es un acto que lleve unas connotaciones diferentes a un reconocimiento y a un trabajo que se ha hecho por muchos años. Yo llevo unos 11 años trabajando con los indígenas en la Sierra Nevada de Santa Marta y cinco años acá prácticamente con un compromiso con su causa: que es la recuperación de su dignidad. Es indigno que todavía sean considerados por muchos colombianos como ciudadanos de quinta categoría".
¿Por qué un hombre en armas hace este trabajo social con los indígenas?
"A mí me mandaron al Urabá y una de las tareas que me encomendaron era la de devolverle la legitimidad al Ejército en esta zona. Las comunidades indígenas estaban dentro de ese sector de población que no nos valoraba, nos consideraban sus victimarios. Comenzamos un trabajo para recuperar esa confianza, además porque soy un convencido de que solamente viniendo y dando de baja a tres guerrilleros, capturando dos o desmovilizando 10, no se acaba este problema. Hay que empezar a construir un tejido social diferente".
Precisamente este trabajo se hace donde el frente 5 controla el Nudo de Paramillo...
"Lo decía el sabio de la antigüedad Sun Tzu: un general no puede perder el verdadero horizonte de la guerra. El horizonte de la guerra no está solo en el empleo único de la fuerza sino en todas las actividades de acción integral que lleven a ganar la guerra. Estamos manejando ahora conceptos de conflicto diferencial, y es que lo que aplicamos en el Cauca, en Norte de Santander, en parte puede ser aplicado aquí pero no en su totalidad. Aquí nos hemos dado cuenta, como estrategas de la guerra, que las comunidades indígenas ocupan un lugar de preponderancia en las actividades de las Farc y en los territorios que ellos están controlando. Es una realidad de a puño. En cualquier punto del Nudo de Paramillo están las comunidades indígenas, pero también hay una gran influencia de Farc en esas comunidades, las que dejamos por años en manos de los violentos. Por eso hablamos que aquí en Urabá se ha perdido a más de 200 líderes indígenas. ¿Sabe lo que es para una comunidad de 6 mil a 7 mil habitantes perder 200 líderes? Eso es un genocidio".
¿Cómo recibe la guanábana, la gallina, el sombrero de los indígenas?, ¿no es común ver a un General arrodillarse para ser ungido?
"Me hubiera gustado haber estado rodeado por mi papá, mis abuelos, mis hermanos que ya murieron, para mostrarles lo que para mí constituye el mayor homenaje que me han hecho en toda mi historia como ser humano. Yo he recibo la Cruz de Boyacá, la mención de Orden Público, que la condecoración de la ONU, de los Observadores de Paz del Sinaí. Pero esa gallina es más que cualquiera de esas condecoraciones. Esa guanábana, entregada con ese cariño, es el producto de sus manos, de su sudor. Viene de un pueblo donde nada les sobra, ¿usted sabe lo que significa una gallina para un indígena, una guanábana? Eso no tiene ningún precio".
Por este trabajo con los indígenas usted tiene una denuncia ante la Procuraduría, ¿cómo va esa situación?
"La demanda de la OIA es injusta. Mientras demandan a un general que está trabajando para mejorar las condiciones de su pueblo, la OIA no hace presencia en los territorios. La presencia de la OIA es lamentable, la presencia es con obras, con ayuda, no se ha sentido para ellos. Entonces viene una denuncia primaria, de todas las comunidades contra la misma OIA, por corrupción, nepotismo, por ausencia de las directivas en las comunidades, por incompetentes, por el totalitarismo, porque llevan 12 años los mismos directivos".
¿La gente en Urabá dice que usted deja la VII División?
"No sabemos, estamos ya sobre junio y voy a completar cinco años en la región, dos años al frente de la División. El señor Presidente, el Ministro de Defensa, el general de las Fuerzas Armadas y el Ejército, verán qué hacen conmigo. Yo sigo trabajando en estas causas con la convicción de que mientras estemos al frente de una unidad de estas hay que trabajar día y noche".