- Director para las Américas de esa entidad viajó a una de esas regiones.
- Viven en Chocó y la Amazonia y están en vía de extinción a causa del conflicto.
- Desde ginebra, el organismos pidió ayuda urgente para dos comunidades.
Javier Arboleda García
El conflicto interno y, en especial, los grupos armados ilegales ponen en riesgo no sólo de desplazamiento sino, lo más grave, de extinción a pequeños y antiguos grupos indígenas, con una presencia ancestral en las selvas chocoanas y de la Amazonia colombiana.
La advertencia la hizo en Ginebra (Suiza) William Spindler, vocero de Acnur, al revelar que muestra de este peligro son los homicidios de dos educadores y líderes de los wounaan, una etnia que vive en una vasta zona del bajo San Juan, en zona rural de Istmina.
"En la región noroccidental de Chocó, más de 1.700 indígenas wounaan están huyendo de sus tierras ancestrales después de la muerte de dos de sus líderes la semana pasada", dijo Spindler, al referirse a los crímenes de Arselio Peñas Guatico y John Jairo Osorio Pisario, atribuidos por las autoridades colombianas a las Farc.
El vocero relató que el jueves 30 "hombres armados entraron a un salón de clases en Unión Wounaan y se llevaron a un profesor de 37 años de edad".
Pocas horas después lo encontraron muerto. Su cuerpo presentaba señales de tortura.
Al siguiente día, al otro líder de los wounaan "también lo encontraron muerto después de que el mismo grupo armado se lo llevara", agregó Spindler.
Para Acnur, es necesario que estas tribus reciban, de inmediato, una ayuda humanitaria, pues "los 1.100 indígenas ya desplazados y los 640 habitantes de Unión Wounaan quieren ahora huir río abajo hasta la población de Istmina".
Debido al éxodo, Philippe Lavanchy, director de la Oficina para las Américas de Acnur, se trasladó ayer a la región.
La misión de Lavanchy es encontrarse con las comunidades desplazadas para canalizar, de inmediato, una ayuda, dado que los primeros indígenas que llegaron el viernes pasado a Istmina dijeron que muchas personas se quedaron en la región ante la imposibilidad de conseguir transporte fluvial.
"Las asociaciones indígenas y las autoridades locales de esta área están buscando la ayuda del gobierno colombiano y de la comunidad internacional", precisó Spindler.
Habla Onic
La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) exigió al Gobierno Nacional una investigación de los hechos y el debido castigo para los responsables.
Pidió a la comunidad nacional e internacional una declaración "sobre el actuar de las Farc, para garantizar la vida y la honra de los otros docentes amenazados".
"Todas las comunidades indígenas tienen lazos muy fuertes con su tierra ancestral, de la cual depende su supervivencia", recordó el vocero de Acnur, al explicar que esas etnias tienden a desaparecer si son desalojadas de su territorio.
Lavanchy estará en la zona durante tres días y luego entregará un informe sobre el trabajo realizado en esa conflictiva región, donde los grupos armados combaten por el dominio territorial.
Los nukak maku, también en riesgo
Acnur llamó la atención sobre el futuro incierto de los nukak maku, "un grupo de indígenas muy pequeño que hasta 1988 era desconocido para el mundo y tenían una vida nómada en la que cazaban y recolectaban frutos", dijo William Spindler.
"Los 77 indígenas que llegaron a San José (Guaviare) la semana pasada habían estado caminando durante cuatro meses después de que fueron forzados a dejar su tierra ancestral. Ellos están en muy malas condiciones de salud y nutrición. En este momento se están quedando en una finca a las afueras con otro grupo que llegó en noviembre" pasado.