Según el diccionario, cárcel es un edificio o local acondicionado para encerrar a los condenados a una pena de privación de libertad o a los presuntos culpables de un delito. Hablando en términos muy nuestros, una cárcel es una gran residencia pagada por nosotros a través del Estado, para que allí tengan gratuitamente tres comidas y otros servicios, quienes nos han fallado de múltiples maneras.
Según información reciente, "el director del Inpec, general Gustavo Adolfo Ricaurte, asegura que en las cárceles colombianas están circulando invitaciones a una protesta general cuya fecha se desconoce. La situación penitenciaria en Colombia es cada vez más caótica. Hay 131.900 presos y cada año el número crece en 2 por ciento. El hacinamiento es tan agobiante, que la superpoblación llegó al 39.5 por ciento. Por su parte, el 20 por ciento de los reclusos se encuentran en viejas cárceles, que fueron conventos, colegios, estaciones, etc.". ¿Cuánto nos cuesta anualmente la administración de las cárceles en Colombia? Ahí nos queda la tarea.
Ya es hora de que las cárceles en Colombia se privaticen y sean tan "rentables como lo son en los Estados Unidos, donde se han convertido en ejemplo en la Bolsa de Nueva York".
Las cosas no pueden seguir como están… ¿Por qué los que salen del país, nuestros embajadores, cónsules, congresistas, etc. No han sido capaz de copiar lo bueno que existe en muchos países al respecto?
La reforma al sistema carcelario del país requiere un cambio urgente: privatizar las cárceles, una medida lucrativa que incluso bajará el desempleo.
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