Un punto de partida: la Smilax Tomentosa H.B.K , una planta documentada en la Expedición Botánica, y cuya ilustración, extractada del herbario de José Celestino Mutis, sirvió a 280 creadores del país para elaborar su propia versión.
Era una imagen con licencia para intervenir. Estaba impresa y resultó ser un sobrante, las maculaturas, como lo llaman los impresores, de un proceso de producción de un libro.
Con ellas, muchas de ellas, Pilar Gutiérrez Llano y Juan Carlos Restrepo, fundadores de Tragaluz Editores, decidieron convocar a la primera edición del Premio Tragaluz de Ilustración, en el que resultaron, en vez de uno, 15 ganadores.
Cada uno de ellos reelaboró el punto de partida. Son creaciones sobre la imagen, apunta Juan Carlos. Si bien cada una es "una entidad", explica, todas hay que verlas en detalle, acercarse y mirar las sutilezas que integran.
Los diseñadores, artistas de diversas partes del país, jugaron con la imagen que se recortó, pegó, descuartizó, elevó, coloreó y recompuso, a su antojo.
Sin embargo, se aprecia el respeto, anota Juan Carlos. Más que llevarlos a una nueva dimensión científica, los condujo a un horizonte en el que la narrativa, sobresale. Cada uno cuenta una historia o propone un tema. Son atrevidos.
Allí se ve, por ejemplo, a Milagros, un personaje que encontró a la caleña Marcela Quiroz Echeverri, quien, una mañana, luego de levantarse, y de seguir el ritual de observar la ilustración colgada a su pared, imaginó esta mujer que se esconde entre las plantas. O está ese mundo pesado, que el personaje de Cristhian Camilo Contreras, carga a sus espaldas.
El desafío, dice Paulina Escobar Aguirre, estaba en la complejidad de la ilustración inicial, "una imagen terminada y difícil de mejorar", tal como está en una declaración en el libro que se puede adquirir en las librerías .
"El reciclaje y la sobreposición fueron los principios de este concurso", se explica en los textos que se pueden leer en las paredes del Café Zorba, en El Poblado, donde se exhiben las ilustraciones hasta el próximo 12 de agosto en la ciudad.
Ellos invocan nuevos mundos a partir de una imagen que en sí misma es todo un universo, más que vegetal.
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