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En plena crisis internacional de 2008 y 2009, Colombia alcanzó a crecer el 0,6 por ciento, mientras que sus pares de Estados Unidos y Europa entraron en recesión. Hoy, cuando la turbulencia internacional vuelve a soplar por el mundo, el país está mejor preparado que nunca.
La afirmación es de Daniel Niño Tarazona, gerente de Investigaciones Económicas de Bancolombia, luego de analizar los fundamentales de la economía nacional.
Entre los "escudos" que tiene el país para repeler los ataques provenientes de Norteamérica y del Viejo Continente se cuentan los 8.300 millones de dólares más de reservas internacionales adicionales a los que se tenían en 2008 (para un total de 32.353 millones de dólares); el crecimiento de la demanda interna privada que sube más del 11 por ciento; el consumo interno que supera el 8 por ciento sin temores de que el crédito se desborde; el control de la inflación (anual a agosto del 3,27 por ciento); la tasa de desempleo que continúa cediendo (10,1 por ciento); el recaudo tributario que superará la meta del Gobierno, con lo que el déficit público será mucho menor.
Eso sin contar que la Inversión Extranjera Directa superará todos los récords este año, que el Banco de la República tiene margen suficiente para bajar la tasa de interés, que las materias primas mantienen muy buen precio, que las exportaciones a Venezuela representan solo el 7 por ciento, y que todavía no ha arrancado en su totalidad la inversión gubernamental, que fue la que llevó todo el peso del crecimiento entre 2008 y 2009, cuando quebró Lehman Brothers y los países desarrollados entraron en recesión.
El economista dice que su optimismo tiene bases sólidas como los resultados ya enumerados y por eso vaticina que este año la economía nacional puede crecer más del 5,5 por ciento y el año entrante estará bordeando el 5,0 por ciento.
"Estamos mejor que nunca para enfrentar lo que tengamos que vivir por las condiciones internacionales. Un país es como una empresa: quiere vender más, producir más, generar más ingresos entonces debe invertir. Eso es lo que estamos esperando, la inversión pública particularmente en el frente de infraestructura, que es una de las locomotoras", recalca Niño Tarazona.
Para el experto, es claro que el orden mundial está cambiando y que las economías desarrolladas están en declive mientras que las emergentes mantienen un ascenso constante. Y ahí es donde Colombia debe entrar a jugar un papel importante, negociando con los nuevos ricos del mundo (como China, India y Brasil).
Y agrega que la política social del Gobierno, que comprende la generación de clase media, es un complemento perfecto para el actual momento del país.
"No somos inmunes, pero es claro que somos diferentes, que tenemos batería para defendernos y que las perspectivas son muy positivas. Los nervios se mantienen, pero hay un panorama mejor y por eso creemos que las condiciones en las que se encuentra la economía colombiana es opuesto, con muy buena posición", apunta el investigador económico.