Por qué no. Por lo que se sabe, soñar todavía es gratis en esta vida. "Todos los equipos trabajan para ser campeones y nosotros queremos darle esa primera estrella a un club que se lo merece por el esfuerzo de su gente". Sí Néider, todos tienen derecho a una ilusión.
Ahora, en este 2009 esa ilusión parece más realidad que en otros años para el Envigado Fútbol Club. Tras ese trago amargo de la promoción, y con una plantilla llena de estrellas, el cuadro naranja afronta la temporada con ganas de figurar arriba y dejar de pensar en lo de abajo.
"Este equipo siempre ha tenido mentalidad de ganador. Hay que conseguir objetivos y como mínimo estar dentro de los ocho", dice el volante, quien esta tarde será titular ante el Deportivo Cali.
Sabe cuáles fueron sus errores de 2008, esos que se deben resaltar con rojo para no repetirlos en esta temporada. "Dejamos ir muchos puntos en casa y en defensa no éramos tan sólidos. Eso lo tenemos que cambiar y mostrar una mejor mentalidad".
El solo ver la alineación en el mediocampo naranja da miedo. Juan Fernando Leal, Alexánder Orrego, Fredy Grisales, más los argentinos Leonardo Pekarnik y Lucas Ponfil, hacen que la zona de ideas del naranja sea envidiada por cualquier equipo de la primera división local. Falta es que se entiendan.
"Espero que todo ese juego que tiene cada uno lo pueda poner en funcionamiento y a favor del equipo. Si lo hacemos cada uno por su lado nadie va a ganar. Cada uno tiene que andar bien en lo individual y así todo servirá en lo colectivo", anota Néider, próximo a cumplir 34 años y con un tono de voz más pausado que da a entender que cree todo lo que dice.
Ahora, las ilusiones e intenciones tienen que salir del cuerpo, tomar forma y convertirse en fútbol. Ojalá bueno, de esos que da títulos.
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