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Hace unas semanas, al terminar la cena de clausura de un programa de alta gerencia al que asistió un grupo de empresarios de Antioquia en la Universidad de Harvard (Estados Unidos), uno de los meseros, un colombiano residente en ese país, se acercó al presidente de Bancolombia, Jorge Londoño Saldarriaga, a pedirle que se tomaran una foto juntos.
Londoño accedió, pero primero le preguntó por qué quería tomarse la foto con él: "Porque soy beneficiario de un crédito de Mi Casa con Remesas y usted no se imagina lo que va a gozar mi familia cuando les mande una foto con el presidente del banco que me prestó la plata".
El banquero compartió ayer esta experiencia, que lo llenó de satisfacción, por el apoyo que el banco le ofrece a este programa impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que aplican seis cajas de compensación familiar, a través de Asocajas y con el liderazgo de Comfama.
La directora de esta entidad, María Inés Restrepo de Arango, recordó que hace varios años visitó a Luis Alberto Moreno cuando era embajador en Washington quien, casi sin saludarla, le puso el reto de hacer algo por los inmigrantes y por canalizar las remesas que envían.
"En marzo de 2007 aportamos 3 millones de dólares para ayudar a financiar vivienda a los colombianos en el exterior... Le paramos la caña al BID", indicó.
Hoy, el programa ha aprobado 2.000 créditos, por 115 mil millones de pesos (entre Bancolombia y las Cajas), pero si se tiene en cuenta que este valor representa solo el 10 por ciento del valor de esas viviendas, ese crédito se convierte en un dinamizador de la economía.
Los 4 millones de colombianos en el exterior enviaron en 2009 un poco más de 4.000 millones de dólares, con promedios mensuales de 300 y 350 dólares y este fue un buen punto de partida para financiar su vivienda.
"Las Cajas estamos listas para exportar este modelo... Díganos, doctor Moreno, a dónde lo quiere llevar", le dijo la directora de Comfama al presidente del BID, Luis Alberto Moreno Mejía.
"No son narcotráfico"
El presidente de Bancolombia defendió el origen de las remesas que, en su opinión, se han satanizado, con el argumento de que se trata dinero proveniente del narcotráfico. "No puede ser dinero de narcotráfico los envíos entre 300 y 350 dólares mensuales a sus familias".
Londoño destacó la participación en el programa como un paso más hacia la bancarización y la educación financiera: "queremos llevar la banca a todos los públicos... Con 750 sucursales, apenas llegamos al 15 por ciento de las poblaciones del país y con los corresponsales no bancarios llegamos al 53 por ciento de los municipios".
El Presidente del BID explicó que la verdadera bancarización pasa por el manejo de remesas y por la eliminación de restricciones para su inversión. "Tenemos un reto inmenso en la oferta de servicios financieros, a partir del uso de las remesas... Incluso, se podría pensar en titularizar estos ingresos".
En el mismo sentido, Manuel Orozco, director del programa de Remesas del Diálogo Interamericano, demandó una mayor atención de los gobiernos de América Latina hacia el tema y dijo que "los estados necesitan tomar la realidad migratoria más en serio... Que la entiendan y asuman el riesgo de apalancar políticas de desarrollo, aprendiendo de las buenas prácticas y estableciendo alianzas múltiples".
Insistió que "no se puede subestimar este fenómeno en el diseño de políticas públicas, que no ha sido el causante de la revaluación de las monedas".
Juan José Echavarría Soto, codirector del Banco de la República y quien moderó el panel sobre el tema, se mostró de acuerdo con él y dijo que "no hay que satanizar las remesas", sino eliminar barreras para su inversión en el país, no solo en vivienda, sino en salud, educación y otras necesidades familiares.
Echavarría destacó como factible la posibilidad, mencionada por el presidente del BID, de titularizar remesas (es decir, expedir títulos negociables en bolsa) y dijo que el Banco de la República ya estudia una autorización para que los residentes en el exterior puedan tener en el país cuentas de ahorro en pesos.
La directora de Comfama destacó tres lecciones del programa: "hemos abierto una línea de intervención muy importante, descubrimos que el portafolio de servicios de las Cajas es una línea ganadora para los trabajadores y que las remesas no solo son remesas, sino educación financiera -al que envía y al que recibe-".