viernes
7 y 9
7 y 9
Unas por otras: pasada la frustración por la débil lluvia de las Camelopardálidas en mayo, el segundo semestre viene con las lluvias de meteoros más nutridas de toda temporada.
Y aunque las esperadas Perseidas de mediados de agosto estarán afectadas por una Luna entrometida, el final del año parece mejor. Pero hay mucho para mirar este semestre, comenzando desde ahora en julio.
El experto Bruce MacLure reveló en EarthSky que las próximas semanas serán para Delta Acuáridas, mejor observadas en el Hemisferio Sur y las Perseidas del Norte.
Pero Colombia, por ubicación, puede disfrutar ambas. El pico podría ser entre 29 y 30, pero esta lluvia, que parece salir de la constelación Acuario, no tiene un día definido. Mejor observar durante toda la última semana de julio y la primera de agosto. El promedio ha sido de unos 15 a 20 meteoros por hora, suficientes para una buena diversión. Una noticia positiva es que la Luna estará ausente.
Con la Luna
A mediados de julio aparecerá la tradicional lluvia de las Perseidas, pero con una Luna atravesada toda la noche por lo que solo se verían los meteoros más brillantes.
Su pico, de acuerdo con el reporte de la Organización Internacional para los Meteoros (IMO), se presentará entre el mediodía del 12 de agosto, hora colombiana, y las 3 de la madrugada del 13, buena hora para nuestro país pero con aquella dificultad.
Esta ha sido una lluvia con más de 20 meteoros hora llegando a veces a 50 o 100.
La observación es mejor mientras más avanzada la noche: por lo general, aparecen más en ese periodo.
Antes del pico habrá días en los que podrán juntarse con las Delta Acuáridas y podrían ser llamativas.
La Luna llena estropeará la vista de las Dracónidas hacia el 8-9 de octubre, pues en septiembre no hay nada especial para observar.
Esa situación hará muy difícil la observación, máxime si se considera que estos meteoros son débiles y en general son pocos, salvo ocasiones inesperadas en los que han pasado de cientos por hora.
En una noche oscura, las Oriónidas pueden producir de 10 a 20 meteoros y este año la situación pinta bien por la ausencia de la Luna. Así el pico en la madrugada del 21 puede ser buen motivo.
Se mueven a gran velocidad y es común que dejen estelas brillantes, aparte de que en algunas oportunidades aparecen varios bólidos, esos más brillantes y coloridos.
Esta lluvia tiene un pico irregular difícil de predecir. La mayoría tiende a aparecer luego de la medianoche.
En la noche del 17 de noviembre al amanecer del 18 podría rugir la lluvia de las Leónidas, provenientes de Leo, el León, que en los últimos años no ha pasado de un tenue ronroneo. Las Leónidas son recordadas porque en 1966 cada minuto cayeron miles por espacio de 15 minutos, un espectáculo que no olvidan quienes lo vivieron, recuerda MacLure.
Se esperaba que al terminar el siglo pasado se diese otro notable pico, pero no aconteció. Desde entonces la lluvia entrega dos o tres decenas por hora. Aunque no interferirá la Luna, la temporada invernal en el país podría ser un inconveniente en algunas regiones. Tras esa incierta lluvia llegará diciembre con las Gemínidas, la más esperada del año que no será iluminada por la Luna.
La IMO dice que son meteoros de velocidad media y brillo notable. Su número podría oscilar en los 120 por hora, como en otros años. El pico será en la noche y el amanecer del 12 al 13 de diciembre y 13 y 14.
A lo largo del semestre también hay otras lluvias de meteoros, pero su número usualmente no pasa de 5 a 10, por lo que no son las más apetecidas por los observadores.
Sin duda, el segundo semestre se ofrece pleno de alternativas para los amantes del cielo y sus espectáculos. Mucho meteoro por llegar.