No es que uno se ensañe con la negativa, es que termina siendo un deber moral exigir respeto y denunciar los constantes atropellos a los que los ciudadanos somos expuestos por las nefastas decisiones de nuestros dirigentes. Al fin y al cabo lo bueno, aunque sea susceptible de mejorar, bueno es. Prefiero abogar por la justicia y la equidad.
Eso mismo acaba de hacer el Comité Intergremial de Antioquia, corporación de gran legitimidad y prestigio, que integra a empresas privadas, gremios, cámaras de comercio y entidades de fomento al desarrollo, al pronunciarse con gran preocupación frente al incremento del impuesto predial, y solicita a la administración municipal revisar dicho "ajuste", que algunos expertos consideran ilegal y en lo personal es abusivo; además de convertir a Medellín en la ciudad más cara del país y de atentar contra su competitividad.
Esta semana un importante líder de la ciudad reveló escandalosos datos que me permitiré resumir (ya que no han tenido gran eco) y que dan cuenta de la magnitud de la desproporcionalidad con la que se realizó la polémica actualización catastral, que tiene inconforme a un grueso muy importante de la ciudadanía, por no decir a toda.
En los estratos medios el predial subió entre el 41% y el 99%, cuando Santos sugirió a los alcaldes aumentarlo hasta un 3%. Medellín subió en un año lo que debería incrementar hasta el 2030. Un aumento que representa 17 veces el valor de la inflación.
Entre 2004 y 2012, se incrementaron los ingresos por impuesto predial en un 243%. En 2004 el recaudo fue de $185.700 millones, y en 2012 $452.108 millones. No se justifica desde ningún punto de vista, teniendo en cuenta que en ese mismo período el precio de la vivienda usada aumentó el 66.8% y el salario mínimo subió 58%. Hoy, el impuesto predial supera cinco veces el valor de la vivienda usada.
Paradójico; Medellín recauda más dinero por impuesto predial que por Industria y Comercio. En 2012 el predial fue 47 % más alto que el impuesto que pagan los empresarios.
Este dato sí lo cito textual: "El aumento del predial trae otro despropósito. Todo ciudadano que necesite paz y salvo del impuesto predial debe pagar por adelantado todo el año. O sea que quien vende una propiedad le regalará al comprador el gravoso impuesto predial de todo el año. Da pena decirlo pero la ciudad parece gobernada por novatones". ¿A razón de qué?
Fuera de eso el recaudo por este impuesto siempre supera lo presupuestado. El predial año tras año está dando un superávit escandaloso a la municipalidad. Y así, lo siguen aumentando despiadadamente. ¿Acaso no existen fuentes de financiación diferentes a la usurpación de los bolsillos de las clases menos favorecidas?
Los impuestos que paga la ciudadanía a la municipalidad deben estar dentro de los límites de su capacidad de pago, pero esto ya se sale de toda lógica. El recaudo de impuestos por tributación debe ser un ejercicio equilibrado y no una arbitrariedad desesperada por aumentar los ingresos públicos.
Muy de acuerdo Juan Gómez Martínez: "en valorización hay que pensar más en el futuro que en el bolsillo". Pero es que no somos ciudad de ricos.
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