El Once Caldas tenía que ganar para seguir con vida y eso hizo. Ganó 2-1, sufriendo, pero al fin de cuentas sumó tres puntos importantes en la tabla que le permiten seguir aspirando a un cupo entre los ocho primeros.
El domingo recibió a un Deportivo Cali que le venía amargando los partidos en Manizales desde el 2004, año en el que el Once le ganó por última vez en el Palogrande.
Con un terreno de juego complicado e inundado en algunas partes, el local arrancó buscando el gol de ventaja. Sabía que tenía que salir al todo o nada y por eso buscó el pórtico rival desde las primeras de cambio.
Y al minuto 6 llegó la primera alegría de la fría tarde. Juan David Ramos, el jugador de 23 años, se adelantó a la defensa caleña en un centro de Núñez, y de ‘palomita’ venció a Blázquez. El lateral, que hacía su estreno ante su afición -ya había jugado algunos partidos por fuera del Palogrande-, corrió con la emoción que da marcar un gol en el debut.
Después de la anotación, el Once siguió encima del rival. El partido era de un solo lado y Fano y Rojas tuvieron para ampliar la diferencia, sin embargo siempre erraron. Pero llegó el minuto 32 y el delantero peruano y Sebastián Hernández se juntaron arriba.
El volante 10 armó toda la jugada y se la dejó servida al peruano que definió con el arco a merced. El 2-0 fue el premio a un Once Caldas que hizo mejor las cosas en el campo y que fue muy superior al Deportivo Cali, que nunca apareció para inquietar predios de Héctor Landázuri.
Los aplausos del público en el intermedio fueron una muestra del buen juego del equipo.
