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"Estos 20 años han sido de muchas sensaciones. Todavía lloramos, hablamos y sentimos a Andrés. Su muerte nos dejó un dolor muy grande por lo que él fue, por sus valores como ser humano integral.
Creo que Andrés tenía cabida en todos los sectores de la sociedad: adultos, jóvenes, ancianos y niños. Era una persona admirada y respetada, y eso nos hace sentir orgullosos.
Todas esas frases de recordación y reconocimiento hacia él son las que a nosotros, como familia, nos han ayudado a sopesar mucho la tristeza que hemos sentido en estas dos décadas.
En todas las facetas, Andrés merece un 10: compañero, amigo, ser honesto, leal, alegre, serio. Era de estas personas que hoy son escasas de encontrar por la rectitud y don de gentes que él tenía. Una de las cosas que más destaco es su autenticidad, era un hombre sin máscaras, sin apariencias, pertenecía a todas las clases sociales. No se crió entre lujos, pero recibió la mayor riqueza de nuestros padres y hermanos: el ejemplo al respeto a los demás. Un ser humano en toda su dimensión.
Viendo hoy a la actual Selección Colombia, creo que Andrés estaría maravillado de ver a talentosos como James y Cuadrado, porque el mayor aporte que le hizo al fútbol fue el respetar el espectáculo y el balón".