Lo que podría ser la primera evidencia directa de la materia oscura, que compone cerca del 25 por ciento del universo, fue presentada este martes por el Nóbel de Física Samuel Ting, quien reveló los resultados del costoso experimento Alpha Magnetic Specttrometer a bordo de la Estación Espacial Internacional.
El científico informó que el AMS confirmó datos del satélite europeo Pamela y el telescopio espacial Fermi de la Nasa: algo en la galaxia está emitiendo una gran cantidad de positrones y podría ser la tan buscada materia oscura.
Aunque existe otra posible explicación a lo hallado, se trata de todas maneras de un nuevo fenómeno que la astrofísica no había visto.
Los resultados del AMS se basan en más de 25.000 millones de eventos registrados en año y medio, incluidos 400.000 positrones con energías entre 0,5 GeV y 350 GeV. Un positrón es la partícula antimateria del electrón.
Se trata de la más amplia colección de antimateria recogida en el espacio.
Un informe de prensa del Cern, en cuya conferencia se hizo la revelación, explicó que los rayos cósmicos están cargados con partículas de alta energía que permean el espacio. El experimento AMS está diseñado para estudiarlas antes de que interactúen con la atmósfera terrestre. Un exceso de antimateria en el flujo de los rayos fue observado hace dos décadas. El origen de ese exceso no ha sido determinado.
Una posibilidad, sugerida por la teoría de la supersimetría, es que los positrones se podrían producir cuando dos partículas de materia oscura colisionan y se aniquilan. Asumiendo una distribución isotrópica de estas partículas, esas teorías predicen lo hallado por el AMS.
Pero no es la única fuente posible de los positrones. Estos podrían provenir también de púlsares distribuidos a lo largo del plano galáctico. Los púlsares son estrellas de neutrones que giran a altísimas velocidades.
La materia oscura es uno de los grandes misterios de la física actual. Representa cerca de un cuarto del balance masa-energía del universo, se puede observar indirectamente a través de la interacción con la materia visible pero nunca ha sido detectada de manera directa.
El espectro presentado parece promisorio. Muestra un aumento con la energía que comienza a caer en el extremo final del rango. Si la señal se debe a la materia oscura, debería aumentar y luego caer alrededor de la masa de la partícula de materia oscura, que no puede producir positrones más energéticos que ella misma.
“Son datos retadores”, dijo Michael Turner, cosmólogo teórico de la Universidad de Chicago citado por Nature.
El experimento AMS tiene un costo cercano a los 2.000 millones de dólares.