Muy positivo ha sido en Maceo el avance del programa Hogares Ecológicos, que se ejecuta en el Nordeste y el Magdalena Medio mediante un convenio entre Ecopetrol y Corantioquia.
Así lo evalúa el alcalde de la localidad, Francisco Emiro Álvarez, quien agradece que su municipio esté entre los elegidos para aplicar el proyecto.
"Para nosotros ha sido de muy hondo calado, las familias beneficiarias han estado muy motivadas, porque saben la importancia de lo ecológicos y lo ambiental", precisó. En su pueblo se benefician 100 familias de 5 veredas.
El proyecto incluye en total a 450 familias de Maceo, Cisneros, Yolombó y Puerto Berrío y consiste en suministrar elementos y condiciones que mejoren la realidad social y ambiental de las zonas impactadas por el oleoducto Sebastopol-Medellín, así como la calidad de vida de las familias.
Luz Adriana Molina, subdirectora de Cultura Ambiental de Corantioquia, explica que el proyecto "trabaja la reconversión productiva desde la perspectiva agroecológica, orientada a la conservación del suelo, a consumir alimentos sanos que mejoren la calidad de vida de quienes los producen y que el hogar se comprometa con la protección de las fuentes hídricas, los bosques naturales y las zonas de reserva".
Añade que en el programa se utilizan alternativas energéticas diferentes a la leña del bosque, como paneles y deshidratadores solares y sistemas de cocción eficiente, además de la recuperación de tecnologías ancestrales y tradicionales para cultivar.
"Se trabaja la biodiversidad en la mesa, para que los alimentos conserven su nivel nutricional", detalla.
Mercar en la casa
Jorge Alberto Rodríguez, jefe de la Unidad Ambiental de Ecopetrol, espera que este proyecto arroje los mejores resultados, "y mantener con Corantioquia este camino para seguirles aportando progreso a estas comunidades, porque vamos a permanecer por acá muchos años más".
A cada familia beneficiaria se les suministran purificadores de agua caseros, kits de semillas, abonos verdes y árboles leñeros, tanques captadores de agua lluvia y composteras caseras; y para uso colectivo, 100 sistemas de cocción eficiente, 50 viveros o centros de propagación de flora nativa y 50 diseños prediales para que las familias sepan aprovechar sus tierras.
El programa arrancó en 2013 su primera etapa, que era la de identificar y seleccionar las familias, y ahora está en el proceso de instalación de los elementos.
Celina Zapata, beneficiaria de la vereda La Josefina de Yolombó, se siente feliz con ver su casa convertida en un territorio productor de alimentos: "tengo sembradas yuca, frijol, maíz, repollo, es como mercar en la finca".
Su coterránea de la vereda Bengala, Mery Osorno, expresa sentirse maravillada con la luz solar. El alcalde, Gustavo Londoño Vélez, valora que las familias de Yolombó están haciendo su aporte a la ecología, "un proceso que en nuestro municipio lleva varios años trabajándose".
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