En los últimos 18 meses lista de secuestrados, denominados canjeables por las Farc, se ha reducido debido a las liberaciones unilaterales, las fugas y los rescates militares.
Hasta enero de 2008, el grupo de plagiados estaba conformado por 49 personas, de las cuales 13 eran civiles y las 36 restantes miembros de la Fuerza Pública. La libertad llegó primero para seis dirigentes políticos liberados el 10 de enero y el 27 de febrero de 2008. En esas fechas fueron entregados Clara Rojas y los ex congresistas Consuelo González, Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco, Jorge Eduardo Géchem y Orlando Beltrán.
Cinco meses después, la Operación Jaque les arrebató a las Farc a 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancur; tres estadounidenses y 11 miembros de la Fuerza Pública. La ex candidata y los estadounidenses eran considerados los de mayor valor para la guerrilla con miras a un eventual canje.
En octubre, el congresista Óscar Tulio Lizcano, el primer dirigente político secuestrado en el año 2000, se fugó de las Farc con ayuda de un guerrillero. Con su libertad terminó el año 2008 para los llamados canjeables.
El primero de febrero de este año, la guerrilla realizó la última liberación unilateral al devolver a los policías Alexis Torres Zapata, Juan Fernando Galicia, Wálter José Lozano y al soldado William Giovanni Domínguez, así como, poco después, al ex gobernador de Meta Alan Jara y al ex diputado del Valle Sigifredo López.
Después de eso no hubo novedades ni anuncios de libertad, hasta ayer que el Gobierno lanzó una propuesta para conseguir la libertad de los 24 "canjeables" que permanecen en la selva en poder del grupo insurgente, todos miembros de la Fuerza Pública. Algunos de ellos, como el hoy general Luis Mendieta y el sargento Pablo Emilio Moncayo, ajustan 10 y 11 años secuestrados.
Tres vidas perdidas
Para autorizar la participación de la senadora Piedad Córdoba el Gobierno exige a la guerrilla la entrega de los cuerpos de tres uniformados muertos o asesinados en cautiverio: el mayor de la Policía Julián Ernesto Guevara, el sargento Luis Hernando Peña Bonilla y el sargento Jesús Alfonso Sol Rivera.
Según Fondelibertad, las Farc han confirmado las muertes, pero hasta el momento las familias no han recibido los restos. "El mensaje del Gobierno fue muy claro. Para nosotros son sólo tres los uniformados que han perdido la vida y no han recibido cristiana sepultura", dijo a Colprensa Harlan Henao, director de la entidad.
El mayor de la Policía Julián Ernesto Guevara fue secuestrado por las Farc en la toma a Mitú (Vaupés) en noviembre de 1998 y murió por una enfermedad el 28 de enero del 2006. El entonces capitán Guevara trabajaba en Mitú como subcomandante de la estación de Policía.
El intendente Luis Hernando Peña Bonilla, secuestrado el 1 de noviembre de 1998, fue fusilado en el Caguán por orden de Jorge Briceño, alias "Mono Jojoy", y de "Martín Sombra", según el testimonio de uno de los uniformados liberados en la Operación Jaque.
El sargento del Ejército Jesús Alfonso Sol Rivera Cardona fue secuestrado por las Farc el 25 de marzo de 2007, en área rural del municipio de Tuluá (Valle). Las Farc informaron de su muerte en cautiverio el 9 de agosto de 2008.