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Diferenciemos entre envejecimiento y vejez. El primero es un proceso en el que estamos todo el tiempo y la vejez, una etapa que llega a cierta edad.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS "el envejecimiento es un conjunto de cambios sucedidos por la acción del tiempo en el ámbito orgánico y psicosocial de los seres humanos. Se inicia desde la concepción y abarca todo el ciclo vital humano. A diferencia de la vejez que es una etapa de ese ciclo vital asignada a partir de los 60 años".
El entorno es agresivo
No se trata de atribuir culpas, pero el entorno sí es responsable en buena parte de ese manto de inutilidad con el que cubren a los adultos mayores.
Según María Francisca Echeverri, presidente de la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría, la vejez no es tener un estilo de vida limitante.
"En esta época la vida es afectivamente normal, la gente vuelve a enamorarse, retoma su sexualidad y sus relaciones. Hay que estimular aspectos como mi yo, mi ego, mi sexualidad, mi interés por la parte académica, hay que dinamizar al ser humano pero optimizando el entorno", apuntó.
Para algunos la vejez se relaciona con deterioro, enfermedad o limitación y nada más falso. ¿Acaso las limitaciones no son consecuencia de enfermedades incapacitantes y estas suceden a cualquier edad?
"Se puede decir que se envejece como se ha vivido. Los deterioros que aparecen en la edad avanzada son consecuencias de enfermedades agudas o crónicas que repercuten en la salud física y mental", señaló Carlos Moncada Aristizábal, geriatra de la Torre Médica Las Américas.
Falsas ideas
Por lo poco amigable del entorno suelen aparecer mitos frente a la vejez.
Ya pa' qué. Esa expresión común entre nuestros 'viejos' e incluso, en su ambiente familiar, revela la injustificada posibilidad de mejorar en la vida, solo porque se trata de un adulto mayor. "La vejez se debe disfrutar. En todas las etapas, la dignidad humana debe ser honrada y a la persona se le deben brindar oportunidades para su progreso, confort y alivio", enfatizó Moncada.
Los ancianos se vuelven niños. Aseguran los expertos que la vida va en una sola dirección, de niño a viejo, nunca al revés. La dependencia del niño responde al descubrimiento y adaptación, la del 'viejo' es consecuencia de enfermedades que lo debilitan.
No hay sexualidad. Es un hecho que ella es parte de la persona desde el nacimiento hasta la muerte. Según la OMS, "la salud sexual es la integración de los aspectos afectivos, somáticos e intelectuales del ser sexuado. La sexualidad en la vida de los ancianos hace parte integral de sus dimensiones biológica, mental, social y espiritual".