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Álvaro Mesa, nos cuenta el vía crucis de seis horas y media por el que tuvo que pasar para devolverse del suroeste antioqueño.
“El lunes 15 de agosto, me tomó seis horas y media el regreso desde los municipios de Tarso y Jericó, recorrido que normalmente tiene una duración de dos horas y cuarto.
Fue fin de semana festivo por ser el día de la Asunción de La Virgen María. Sin embargo, esta demora se ha convertido en algo común en los últimos seis meses debido al hundimiento de la banca en el sector de Minitas, después de Primavera.
El vía crucis empezó en La Albania. Dos horas y media después, muy indignado por tener que pagar el peaje, me enfrenté con un letrero que decía: “los dineros del peaje se están invirtiendo en el mantenimiento de esta carretera”.
Me pregunto, ¿dónde se están invirtiendo estos dineros?, ¿Será que está de moda el tema de las autopistas de la montaña y del túnel de oriente, sobre todo por víspera de elecciones?
Para ellos, primero es lo urgente y luego lo importante.
Es increíble que se cuente con derrumbes con más de diez años en el trayecto de Peña Lisa a Puente Iglesias y donde la única intervención ha sido poner cintas plásticas, en estacas que hoy en día están florecidas”.
¿Cuánto más seguirá este cuello de botella?, ¿tendremos que seguir soportando la inoperancia falta de control?
Suroeste antioqueño ha perdido su magia
Juan Fernando Yepes, nos describe lo apagado que se ha tornado el ambiente del suroeste antioqueño debido al deterioro de las vías que se transitan día a día.
“El Suroeste antioqueño es tierra de folclor, milenarias culturas, senderos llenos de naturaleza y hermosos paisajes. Toda esta magia se ve opacada por el mal estado de las vías que nos conectan con los hermosos pueblos que allí encontramos.
Es inconcebible que las personas que transitamos esta vía cumplamos con nuestro deber de pagar el peaje. El mismo que recibe cientos de millones de pesos cada fin de semana, para que tenga la carretera abandonada, llena de huecos, derrumbes y polvo.
Nuestros viajes se están demorando casi el doble, debido a la falta de compromiso y responsabilidad de quienes con nuestro dinero hacen lo que quieren y no lo invierten en mantener las vías de nuestro bello y querido Suroeste en buen estado.
Hago un llamado a quienes sienten que no solo están perdiendo el dinero que debería ser invertido en estas vías, sino que se sienten burlados y sin explicación alguna de lo que está sucediendo con éste y con el Suroeste”.