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HISTÓRICO
VOTOS Y CONVICCIÓN
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Por DIEGO MORA | Publicado

En 2013 se abre la baraja electoral. Los "reyes y reinas" que aspiran a que sus nombres sean tenidos en cuenta por sus partidos y movimientos, empezarán a mover sus cartas, a armar su mejor juego. Esos mismos que hoy nos legislan, esos que no leen y que aprueban leyes en tiempo récord para poder irse de vacaciones, posarán de ovejas indefensas en la plaza pública ante el electorado incauto que sigue teniendo esperanza en un mejor mañana.

En poco más de un año tendremos elecciones para el Congreso de la República, ese mismo que desde 2010 ha protagonizado escándalos de marca mayor y que han enviado la credibilidad (la poca que se le tenía) a niveles aún más bajos y difíciles de superar, sobre todo cuando el país percibe que senadores y representantes a la Cámara no son independientes del Ejecutivo y de una u otra manera hacen lo que el Presidente y sus ministros ordenan.

Veremos las calles llenas de publicidad, las camisetas con la imagen del candidato y las frases que identifican la figura de quien nos prometerá un cambio, leyes que nos benefician a todos (como la recién aprobada Reforma Tributaria) y luchar contra la corrupción. Imagino a Roy Barreras con su eslogan de campaña: el Senador de la Paz (léase: marco jurídico para la paz que dará impunidad a los terroristas).

Pero como en todas las elecciones, lo más grave no es lo que hacen los candidatos, lo que preocupa es que haya gente, ciudadanos de a pie que crean en esas promesas. Son miles, millones las personas que no escuchan, que no analizan lo que ese redentor (eso parecen algunos en campaña) les está diciendo y votan más por una imagen o por el rumor de que ese será el ganador.

Desde hace muchos años en Colombia se repite la frase: es urgente una renovación en la política. Nuevos nombres, nuevas caras que representen el interés de la mayoría. Este año con seguridad escucharemos a algunos decir que ellos hacen parte del nuevo rumbo que debe tomar el país, unos estarán mintiendo otros no. ¡Debemos estar atentos…

Pero la verdadera renovación política del país se debe dar en los electores. Hay que saber votar (claro, primero hay que vencer la apatía), elegir por convicción, sin vender o cambiar nuestra decisión. Cuando eso pase, los viejos caciques apoltronados en el poder, perderán su ventaja y serán derrotados.

Por último: la censura a diferentes columnistas que se viene dando en el país es un error difícil de enmendar y tienen visos de autoritarismo, ojalá que el Gobierno frene esta práctica antes de que sea demasiado tarde.

@DiegoMorita

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