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La intolerancia y el alto consumo de licor llevaron este fin de semana a que la celebración del Día de Amor y Amistad, terminara con un alto número de personas enredadas en riñas callejeras en el Valle de Aburrá y el resto del país.
Según la Policía Metropolitanta del Valle de Aburrá, hasta ayer a las 4.00 p.m., los uniformados conocieron 606 peleas, frente a 616 casos en igual período de 2014.
En todo el país hubo 1.649 riñas, dijo la Policía.
Carlos Alberto Wilches, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, recordó que se hicieron varias campañas para que la celebración se hiciera en familia y con tolerancia e, incluso, se diseñó un despliegue con hombres y mujeres de la Policía con el ánimo de disminuir las estadísticas sobre este factor, que es el más preocupante cuando se presentan estas celebraciones en el país.
Agregó que en los operativos de la Fuerza Pública se logró la captura de 88 personas en flagrancia, en especial en casos de peleas, y otras cinco más que tenían orden judicial. De igual forma decomisaron dos armas de fuego y recuperaron dos motocicletas que habían sido robadas, al igual que un carro.
La Policía informó que los homicidios aumentaron de cuatro en 2014 a 6, en 2015, pero uno de los casos fue un triple asesinato ocurrido el sábado, en Belén, occidente de Medellín, sector del cerro de las Tres Cruces.
Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad Eafit dijo que expertos han planteado que en la ciudad hay un tema de cultura ciudadana y de convivencia, que mezclados con alcohol y drogas, ameritan una intervención más acertada del estado y de la sociedad.
“Es algo cultural donde las fiestas se convierten en riñas por cualquier pequeño detalle y en la Universidad hemos insistido en que hay que prestarle mucha atención y empezar a diseñar políticas públicas, porque un tema de convivencia termina en una situación que tiene que ver con la seguridad”.