Este domingo, en Brasilia (capital de Brasil), arranca el Foro Mundial del Agua, que se considera el mayor evento global relacionado con este recurso natural, y Antioquia y Colombia estarán representados allí con la corporación Cuenca Verde, el más importante fondo de su tipo en el país.
El evento se extenderá hasta el 23 de marzo y habrá delegaciones de todo el planeta, con la idea de contribuir al diálogo y la toma de decisiones sobre el agua a nivel mundial, enfocado especialmente a promover el uso racional y sostenible del recurso, cada vez más escaso, más contaminado y con más amenazas.
Silvia Benítez-Ponce, ecuatoriana y gerente de Seguridad Hídrica para América Latina de la fundación The Nature Conservancy -TNC- y quien representará a Quito, explica la importancia del foro y las decisiones que allí podrían tomarse para ir de las palabras a los hechos.
Sobre el agua hay amenazas como la contaminación, la expansión de las fronteras agrícola y ganadera y la conurbación, ¿hay un contrapeso a esas situaciones?
“Hacia futuro, es posible trabajar en la conservación de las fuentes de agua para garantizar la provisión del recurso y la seguridad hídrica de las ciudades. Si bien hay amenazas, también hay modelos que permiten conservar un nivel de desarrollo, y no hablo de dejar de hacer actividades agrícolas o ganaderas. Hay es que detener la deforestación en zonas claves de abastecimiento de agua y asegurar el recurso, sobre todo en América Latina, donde el crecimiento urbano requiere la provisión segura para sus ciudades”.
¿Pero este foro sí sirve para la toma de esas decisiones o se queda en meras palabras y exposiciones?
“Yo diría que es al contrario: con la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua y sus amigos se pueden tomar acciones para que nuestra propuesta de inversión en infraestructura natural, como una solución y como una contribución para la seguridad hídrica de las ciudades, sea posible. Hay que tomar acciones y la solución son los fondos de agua, que son mecanismos de acción colectiva, en los cuales se unen los sectores privado y público y la comunidad para asegurar la provisión. No hablamos solo de conversaciones sino de acciones concretas para la conservación del agua, en las que todos pueden participar. Se puede lograr un cambio real en el campo, porque la inversión en la conservación de las cuencas trae beneficios y toda la nación sale ganando, eso lo entienden los expertos en esta materia”.