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Lobo que apareció en La Estrella se va para EE.UU. después de Semana Santa
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FOTO ROBINSON SÁENZ VARGAS
07 de abril de 2017
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Un terreno de 25 hectáreas, con diversidad de árboles e individuos de su misma especie, será el destino de Amarok, el lobo Canis Lupus que fue hallado en las calles de La Estrella en enero de 2016 y recuperado luego en el zoológico Santa Fe, donde pasó de pesar 25 a 32 kilos y a recuperar parte de su condición silvestre, que estaba perdida.
El lugar es el santuario de lobos Colorado Wolf and Wildlife Center, en Denver, Colorado (Estados Unidos), cuyos representantes, Darlene Kobobel y Rick Silverberg, están en Medellín preparando todo lo concerniente al traslado del animal, que será después de Semana Santa, posiblemente el 20 de abril.
La señora Kobobel, directora del santuario de lobos, que ya tuvo contacto con Amarok, afirma que el animal está en perfecta condición de salud y listo para ser transportado a su país para recuperar su dignidad y su hábitat natural.
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“Es muy juguetón, le traje dos jugueticos y se los tiraba al aire, jugamos a halar la cuerda y a los besos con mis gafas; él se acuesta, se rasca las paticas y le gusta que le soben la barriguita”, comenta la especialista en animales silvestres.
El viaje inicia en un vuelo desde Medellín hasta Dallas y de allí se emprende otro por tierra que dura 17 horas hasta el santuario de lobos, donde en total hay 15 ejemplares de su especie, además de coyotes y zorros. También lo espera una novia de su misma edad, con la que se realizará un proceso para que sean compañeros durante el resto de sus vidas.
Luz Adriana Molina, directora de Ecosistemas de Corantioquia, aclaró que este ejemplar es un híbrido, lo que significa que no es un lobo puro y por eso no puede ser llevado directamente al bosque, donde se topará con especies netamente salvajes.
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“Él tiene un 99 % de su condición silvestre y ese solo uno por ciento doméstico ya hace inviable su adaptación al ambiente netamente natural, pero en el santuario de Denver todas las especies son híbridas y podrá compartir con ellas”, señala la señora Molina.
Comer cerca de 3 kilogramos de carne al día y estar en un hábitat más tranquilo que el posible apartamento donde vivía antes de ser recuperado por Corantioquia, le permitieron recuperar su peso y su porte.
“Nosotros madrugábamos a hacer caminatas con él por toda el área del zoológico y así fuimos observando y evaluando su comportamiento de gregario, de animal de manada, y hoy está en excelente condición”, asegura Jonathan Álvarez Cardona, médico veterinario del zoológico, quien estuvo al frente del ejemplar junto a dos estudiantes de veterinaria médica y otro personal médico.
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El director del zoológico Santa Fe, Iván Gil, destaca que el costo por mes de tener a Amarok allí fue superior a los 2.5 millones de pesos (estuvo trece meses), pero es una inversión que valió la pena, porque al animal, finalmente, se le devuelve su dignidad.
“Los parques zoológicos no son sitios de exhibición, se trata de hacer alianzas con las corporaciones ambientales para darles a las especies una oportunidad de recuperación en su condición médica, una oportunidad de reacondicionamiento a su comportamiento natural y, finalmente, una reubicación o liberación”.
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