En sus manos estará uno de los símbolos del progreso de Medellín. Muy puntuales, Santiago Vargas y Daniel Cano llegan a la torre de control de los talleres del Metro, en la sede administrativa de esta empresa de transporte, en Bello, para atender a las clases que los graduarán como conductores del tranvía.
No esconden el orgullo. Hacen parte de un selecto grupo de 57 estudiantes universitarios que lo operarán, a partir de septiembre próximo.
Por ahora, en las tardes de cada semana, un primer grupo de 19 muchachos reciben una capacitación exhaustiva en temas como señales de tránsito para vehículos que van por las vías y otras convenciones exclusivas para sistemas tranviarios.
“Haremos parte de la innovación y el desarrollo de la ciudad. Todo el mundo querrá conocer el tranvía y yo estaré ahí”, dice, Daniel, de 21 años, y estudiante de ingeniería.
La selección de los operarios del nuevo sistema de transporte, que se integrará al metro y dará apertura a la línea T, fue tan exhaustiva como será la capacitación de 310 horas para ser los exclusivos capitanes de los coches.
Según Margarita Quintero, coordinadora de Capacitación del Metro, la primera condición para optar por manejar los buses con catenarias es tener licencia de conducción y experiencia en el manejo técnico y de operación del metro.
“Aprenderán competencias técnicas y otras, como relaciones personales y servicio al cliente. Para aprobar el curso se les exige un puntaje de 90 sobre 100”, anota Quintero.
La contratación de los conductores la realiza la empresa Metro por medio de la Unión Temporal Universidad de Antioquia, Universidad Nacional y Politécnico Jaime Isaza Cadavid.
El programa de conductores universitarios, que funciona desde 1996, ha arrojado cerca de 1.300 aprendices.
Santiago, que se capacitó hace dos años como conductor del metro, ahora espera pasar al tranvía. En la nueva instrucción, coquetea el simulador en el que espera recibir el próximo módulo del curso. A finales
de este mes concluye el teórico y si aprueba inicia la fase práctica.
“Lo más diferente que encuentro entre el metro y el tranvía es que al conducir este último voy a encontrarme en la calle con otros vehículos particulares y públicos. Tendré contacto directo con los pasajeros y autoridades”, concluye el estudiante de arquitectura del Colegio Mayor.