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Mientras la Fiscalía descartó el hallazgo de restos óseos humanos en la Escombrera de la comuna 13, como fruto de las excavaciones que se iniciaron hace 20 días en el polígono uno, las madres y viudas de las víctimas agrupadas en el colectivo Mujeres caminando por la verdad pidieron otra vez que se ordene el cierre de Bioparques, una escombrera ubicada en las mismas montañas de San Javier y donde se sigue depositando tierra.
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Carlos Fidel Villamil, director nacional de Justicia Transicional de la Fiscalía, precisó que hasta ahora se han removido 5.900 metros cúbicos, se han hallado fragmentos de prendas y se han encontrado restos óseos “no compatibles con la especie humana”, que de todos modos irán al laboratorio para descartar definitivamente que pertenezcan a alguna persona y no generar así “falsas” expectativas.
También se hallaron unos documentos personales, pero el nombre de a quien corresponden no se reveló, aunque se confirmó que no concuerdan con ninguna de las víctimas reportadas.
El funcionario del ente investigador también precisó que las labores se hacen bajo protocolos y procedimientos de punta, “con todo lo necesario para dar los mejores resultados”.
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Al respecto, el profesor en criminalística Germán Antía, siente que el proceso de hallar restos de víctimas en la Escombrera será tan complejo y largo, que la mejor opción sería cerrar el sitio, declararlo en custodia y dejarlo como espacio para que las madres elaboren duelos con sus allegados.
Buscar restos bajo tantas toneladas de escombros, que son depositados y luego pasados por compactadora, es complejo y difícilmente podrán hallarse piezas óseas completas, tal vez fragmentos y uno solo que hallen sería la confirmación de que allí inhumaron personas, lo que sería un argumento para cerrar el lugar y protegerlo para investigación, explicó Antía.
Entre tanto, las madres, en un comunicado, insistieron en que se deje de llevar escombros en Bioparques, a donde llegan cada día cientos de volquetas cargadas con material. Y cada volquetada que se arroja es, para ellas, un golpe a la “verdad” y una “burla”.
Alejandra Balbín, vocera del colectivo, aclaró que ninguna de las madres y viudas de las víctimas han sido amenazadas, pero pidió que se investiguen rumores de prensa que hablan de presiones para que se paren las excavaciones.
“Si el proceso o nosotras estuviéramos amenazadas no se estaría excavando”, afirmó.