Durante la Semana Santa 33 puestos de control serán ubicados en distintos puntos del departamento y 330 funcionarios estarán disponibles para combatir el tráfico de fauna y flora.
Municipios como Caucasia, Puerto Berrío, Ciudad Bolívar, San Luis, Puerto Triunfo y lugares como la terminal del norte de Medellín, serán los más vigilados en la semana de las vacaciones religiosas.
Además, todas las salidas del Valle de Aburrá tendrán 29 puntos más de control en el plan retorno, entre el 15 y 17 de abril, en el cual se intensifica este tráfico ilícito.
Las medidas fueron anunciadas al presentarse la campaña Mi Compromiso Natural del Comité Interinstitucional de Flora y Fauna (Ciffa) que busca erradicar el uso de la palma de cera en las celebraciones religiosas y, al mismo tiempo, evitar el tráfico de fauna en la región.
Desde el pasado 11 de marzo las autoridades ambientales del Valle de Aburrá realizan operativos para controlar y evitar el tráfico de flora y fauna silvestre.
Percepción de baja
Según el director de Corantioquia, Alejandro González Valencia, el porcentaje de tráfico de fauna y flora disminuyó con respecto a 2016, tan solo en percepción general, debido a que no existe una cifra oficial, pues “debe esperarse al siguiente Domingo de Ramos” para saber si en realidad, en el caso de la palma de cera, existe un número menor de tráfico de la planta.
En Semana Santa de 2016 se realizaron 160 incautaciones de palma de cera, ceiba, cedros y robles, además de 53 de fauna, según la secretaria de Medio Ambiente de Antioquia, Lucy Rivera Osorio.
La subdirectora ambiental del Área Metropolitana, María del Pilar Restrepo, pidió “no extraer animales del bosque, debido a que hay que desincentivar la venta de estos” y recalcó que las campañas deben realizarse todo el año.
El director en Antioquia de Parques Nacionales, Jorge Iván Bedoya, aseguró que, en el caso de la palma de cera, la implicación ambiental es doble, pues al talarla se ve afectado el hábitat del loro orejiamarillo, y se pone así a ambas especies en peligro de extinción.
Incluso, la Arquidiócesis de Medellín, invitó a “evitar en su totalidad el uso de las hojas de la palma de cera” e instó a portar hojas de otras plantas.
La apuesta de la administración, colectivos e iglesia católica es no afectar el ecosistema en las épocas de vacaciones religiosas.
En la actualidad la Arquidiócesis de Medellín y la Diócesis de Santa Rosa de Osos están entregando 20 mil plántulas a los párrocos para reemplazar la palma de cera y sembrarlas después del Domingo de Ramos por los asistentes a las ceremonias religiosas.
160
incautaciones de flora
se realizaron durante la Semana Santa de 2016