Por lo debatido hasta anoche, al cierre de la presente edición, el proyecto de Plan de Desarrollo de Medellín 2016-2019 no tendría dificultades en alcanzar las mayorías del Concejo para su aprobación.
Los corporados centraron buena parte de su ejercicio en el análisis de cada una de las líneas de la hoja de ruta del municipio que incluyen cultura ciudadana, seguridad, línea para la equidad social, educación para el empleo, movilidad sostenible, centro y territorios y medio ambiente.
La concejal, Nataly Vélez, expresó su preocupación por el incremento del gasto correspondiente a personal. Reveló que la proporción de gastos de funcionamiento frente a los ingresos corrientes de libre destinación no debe aumentar más del 50 %, pero dentro de las proyecciones se observa que los ingresos disminuyen y los gastos de funcionamiento crecen un 20 %. “Hemos hecho un llamado respetuoso a la austeridad en los gastos de funcionamiento y a implementar estrategias para subir los ingresos”, dijo.
Aclaró que no debe cobrarse más predial ni impuesto de industria y comercio.
Aseveró que para el 2016 se tiene proyectado una disminución del 3,49 % en los ingresos por concepto de impuesto de industria y comercio. Entre tanto, en el impuesto predial se tiene proyectado un incremento del 3,55%.
El concejal, John Jaime Moncada, pidió que el plan sea proactivo ante las grandes obras de ciudad que se vienen desarrollando y se construirán. “Que obras como el tranvía de la 80 no tengan impacto negativo como si lo tuvo el tranvía de Ayacucho”. Para el corporado, junto con la agenda de infraestructura se requiere una agenda social.
El concejal, Jesús Aníbal Echeverri, sugirió a la Alcaldía trabajar en armonía con el Área Metropolitana el tema de movilidad, esto con el fin de enfrentar la problemática compleja que se enfrenta.
La movilidad en el Centro debe ser metropolitana, entre otras razones, por las rutas de los diferentes municipios que llegan al Centro, comentó el corporado Echeverri.
Daniel Carvalho, concejal y coordinador de ponentes del Plan defendió las bondades de la hoja de ruta. Indicó que está en coherencia y equilibrio con la realidad de la ciudad, el departamento y el país. Destacó las reuniones territoriales donde se socializó. “Es un ejercicio participativo sin precedentes, que permitió recoger las ideas de la ciudadanía”.
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