Al hablar de migrantes, al comandante de la Fuerza de Tarea Neptuno de la Armada Nacional en el Caribe, contraalmirante Ricardo Hurtado Chacón, se le quiebra la voz. Le duelen las condiciones inhumanas en las que encuentra a estas personas por los largos días de trajín, los peligros que desafían y la explotación inmisericorde por parte de los traficantes que, una vez obtienen su dinero, los abandonan a su suerte en el mar, el río Atrato o las selvas del Darién.
Con datos en la mano, este oficial de la Armada Nacional advierte que ha ido creciendo esta problemática. Este año la cifra de migrantes sorprendidos en aguas del mar Caribe y del río Atrato, buscando llegar a Panamá y luego a Estados Unidos, duplica la suma de los hallazgos desde 2012 hasta 2014.
El oficial habló con EL COLOMBIANO sobre la forma en la que la Armada actúa para salvar las vidas de estos extranjeros.
¿Cómo va la situación de migrantes en la región de Urabá?
“Este año hemos visto cómo el fenómeno ha ido aumentando. Constantemente estamos encontrando lanchas con traficantes, que llaman coyotes, y muchos migrantes.
El Golfo es como un embudo porque están entrando por diferentes partes, en especial desde Ecuador y Venezuela. Todos atraviesan el país con el fin de llegar a Urabá y pasar a Panamá y lograr su meta, los Estados Unidos. Este año llevamos 487 migrantes”.
¿Ha habido migrantes fallecidos?
“Sí, el último fue hace unos dos meses, en una lancha que se aproximaba a Acandí. Allí se forman unas olas altas y una de ellas volteó la pequeña embarcación y uno de los migrantes murió. La Policía encontró el cuerpo en la playa y era, al parecer, un cubano”.
¿Cómo los encuentran?
“Casi todos llegan deshidratados, otros desnutridos. Los africanos y asiáticos, con mucho estrés porque vienen huyendo de guerras y conflictos políticos en sus países y vienen buscando un mejor futuro en Estados Unidos. Pero, para lograr ese objetivo están dispuestos a arriesgar sus vidas. Solo piensan en cumplir su sueño americano y no les importan las peligros que tengan que enfrentar en la selva o en el mar”.
¿Cómo los llevan en las lanchas? ¿Hay seguridad?
“En una forma irregular e irresponsable. Muchas veces no les brindan chalecos salvavidas o zarpan en la noche, que está prohibido en el Golfo de Urabá, porque en cualquier momento una ola alta o un temporal puede causar una tragedia, sin que podamos hacer nada.
Si no nos informan la salida y zarpan en la clandestinidad, entonces no podemos hacerles un control y, en el caso de un naufragio, se nos hace imposible intervenir para rescatarlos. A esto se suma la cantidad de personas que viajan, que llegan hasta 20 o más, y eso nos causa mucha preocupación ya que la misión de la Armada Nacional es preservar la vida en el mar. Sin embargo, estamos constantemente patrullando para detectarlos así sea en la noche porque, de paso, estamos atacando las bandas de migrantes”.
¿Cuántos traficantes de migrantes han capturado?
“Este año llevamos 35, pero todos han quedado en libertad. La Policía también ha capturado varios”.
¿Qué hacen cuando interceptan a estos migrantes?
“Lo primero que hacemos en la Armada es pasarlos a una unidad de guardacostas, por lo general un buque bien dotado, donde les brindamos atención médica, ya que lo primero es saber cómo están de salud e hidratarlos y alimentarlos, debido a que la mayoría lleva varios días sin comer o han estado sometidos al rigor del clima y de las inclemencias de la selva.
Luego pasan a la oficina de Migración Colombia en el municipio de Turbo, donde les revisan la documentación y su situación en el país y les expiden salvoconducto para que en los 5 días siguientes regresen al país por el que ingresaron, por lo general, Ecuador o Venezuela”.
¿Cómo actúan los migrantes cuando son descubiertos?
“Prefieren no hablar, pero los pocos que desatan algunas palabras manifiestan que sienten temor, debido a que, según ellos, las bandas criminales, en este caso el clan Úsuga, está interviniendo en este tráfico y está cobrando un impuesto ilegal o extorsión. Dicen que cuando no les pagan o no tienen su consentimiento para desplazarse por el Golfo, toman represalias o sienten que como estamos reforzando los patrullajes en el mar, creen que es porque estamos buscando migrantes y esto les perjudica la salida de lanchas rápidas con drogas hacia Centroamérica”.
¿Les encuentran dinero?
“No siempre, porque lo único que verificamos es que no lleven narcóticos; esa parte no la tratamos los de la Armada. Eso se lo dejamos a la Policía, pero si en la requisa les hallamos dólares se los respetamos, porque para nosotros no son delincuentes, solo víctimas de las bandas de traficantes y a estas sí las tenemos en la mira. Pero, por lo general el dinero lo tiene el traficante o coyote”.
¿Han descubierto reincidentes?
“Sí. Hemos inmovilizado lanchas que encontramos días después llevando migrantes de nuevo. También hemos encontrado a extranjeros haciendo un nuevo intento”.
¿Qué pasa con las lanchas?
“Son dejadas a disposición de las autoridades judiciales competentes. Pero en todos los casos han sido devueltas a sus propietarios porque no presentan problemas de documentos. Todos los traficantes de migrantes han quedado libres. Ya hemos encontrado este año dos migrantes que son reincidentes y dos lanchas también. Hemos inmovilizado este año 20 lanchas”.
¿Y cuáles son la cifras que evidencian la magnitud del problema?
“En 2012 encontramos 40 extranjeros. Luego, en 2013, 65; en 2014, 134, y a la fecha (viernes pasado) de 2015, 487. Esto sin contar los hallados por la Policía Nacional en las carreteras de Urabá o en algunas poblaciones.
De los 487 inmigrantes hallados, 106 han sido en el río Atrato, todos de origen africano y el 381 restantes, en el mar, en el Golfo de Urabá.
Nos llamó mucho la atención que todos los del río Atrato los han abandonado a su suerte en las riberas del afluente, en medio de la espesura de la selva chocoana. Los bajan de las lanchas y solo les señalan una dirección que deben tomar para cruzar el Darién y pasar a Panamá. Los dejan ahí tirados sin comida y sin elementos que les permitan enfrentar las fieras y las condiciones climáticas de esa selva”.
¿Cuándo fueron los últimos hallazgos?
“El jueves pasado, cerca de las playas del corregimiento Triganá, de Acandí, Chocó. Descubrimos 20 cubanos. El fin de semana pasado en las riberas del río Atrato, cerca a la desembocadura, descubrimos a seis africanos que los traficantes dejaron abandonados”.
¿Han encontrado niños y mujeres?
“Sí, 71 mujeres, dos de ellas embarazadas; seis niños, uno de ellos de 7 meses y otro de un año y cuatro meses. También un adulto de 66 años”.
¿De dónde han llegado?
“La mayoría cubanos. De ese país solo la Armada ha encontrado, 338; de Nepal 45 y de Somalia, 40”.
¿Qué casos lo han conmovido?
“Las mujeres embarazadas. Hubo una que se nos complicó en una de nuestras naves y tuvimos que buscar ayuda en el hospital de Acandí. Por fortuna llegamos a tiempo y le salvamos la vida. También las que llevan niños. Son situaciones muy duras, muy complicadas”.
¿Cómo va el control de la droga?
“La Armada en el Caribe, contando a San Andrés y Providencia, lleva este año más de 25 toneladas de cocaína decomisadas. De marihuana van 5,8 toneladas, pero en tránsito de la República de Jamaica a Costa Rica”.