La suspensión ayer del pico y placa de seis dígitos para vehículos particulares y las motos de dos y cuatro tiempos durante doce horas del día, así como de las restricciones a las volquetas y camiones, desató voces tanto de rechazo como de aceptación entre líderes de opinión en el tema.
Tras el anunció del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, de que el Valle de Aburrá vuelve desde hoy al viejo esquema de pico y placa (ver gráfico), el gremio de los comerciantes expresó su satisfacción por la medida.
“Fue una excelente decisión, cuando hay conciencia de que las cosas mejoraron en la condición del medio ambiente, se debe trabajar unidos para tomar las medidas a corto, mediano y largo plazo para una solución definitiva al problema”, expresó Sergio Ignacio Soto, director ejecutivo de Fenalco, que había tasado en $20.000 millones las pérdidas del comercio por los tres días de pico y placa más severo la semana anterior.
Tras una madrugada con un cielo azul, despejado y que dejaba ver con claridad las montañas, con la que despertó ayer Medellín, además de indicadores positivos (amarillo) en todas las estaciones de medición del aire, en la tarde se reunieron el alcalde Gutiérrez, el Siata, el director del Área Metropolitana, Eugenio Prieto, y el Comité Intergremial, y se tomó la decisión que suspender el pico y placa que regiría hasta este viernes.
“En un mes se harán publicas las medidas de largo plazo para tener un aire más limpio”, dijo Gutiérrez, y anunció la adición de $15.000 millones para sembrar árboles en corredores del Valle de Aburrá.
Soluciones a largo plazo
Carlos Cadena, defensor y activista por la calidad del aire desde el proyecto La Ciudad Verde, del que es coordinador, expresó su desazón por el levantamiento de la medida y pidió que, por lo menos, se empiecen a tomar, de una vez, decisiones de fondo.
“No tiene ninguna discusión que al sacar de circulación los vehículos y motos como fuentes altamente contaminantes, el aire recuperó su calidad, pero al levantar la medida se envía una señal muy clara de que no somos capaces de poner como prioridad la salud de las personas”.
Manifestó que el aire de Medellín y el Valle de Aburrá nunca deberá, en adelante, ponerse rojo sino mantenerse verde, respirable y saludable.
Con la medida del pico y placa y la restricción para la circulación de camiones y volquetas durante el día, según la información del Área Metropolitana y la Alcaldía, salían de circulación cerca de 600.000 vehículos, el 60 % del parque automotor del Valle de Aburrá, estimado en 1’347.736 vehículos y motos.
El escritor Pablo Montoya, que lidera la campaña del G8 (universidades unidas por el aire), considera que aunque el pico y placa no es la medida ideal para descontaminar el aire, sí tuvo incidencia.
“El pico y placa ha incentivado la compra de más carros y motos, pero al salir tantos de circulación, obvio que incidió en la descontaminación”, afirmó. Y lamentó que se levantara tan pronto la restricción a la circulación vehicular.
“No parecía verdad tanta dicha cuando se decretó pico y placa igual a la semana anterior para toda esta semana, pero el lobby de los poderosos es muy fuerte, seguramente volveremos a tener un aire contaminado si no se toman medidas de fondo”, concluyó.
En los próximos días, los rectores de las ocho universidades del G8 le enviarán una carta al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y al director del Área Metropolitana, donde les plantean sugerencias de medidas a largo plazo para descontaminar la ciudad, como la reducción del parque automotor, el control a los gases tóxicos de las industrias, el fortalecimiento de la movilidad sostenible y del sistema de transporte masivo, entre otras.