El Politécnico Jaime Isaza Cadavid (JIC) logró, en menos de dos años, bajar el déficit operativo en más del 50 %.
Así lo anunció el rector, John Fernando Escobar Martínez, quien lleva cerca de dos años al frente esta institución de educación superior perteneciente al Departamento.
Según el directivo, “la institución ha hecho un gran esfuerzo para disminuir el déficit operativo: de $19.893 millones en el año 2015 se pasó a los $8.313 millones en 2017”.
Una de las decisiones que permitió bajar el déficit fue la cancelación de las vacaciones colectivas para los empleados, las cuales, si se hubieran otorgado, habrían obligado al “Poli” a realizar un préstamo bancario, con altos intereses, lo que no se compadecía con la situación financiera.
“Esa fue una de las medidas que tomamos a final de año y que sabemos generó incomodidad en algunos de los docentes”, admitió.
Frente al tema, Juan Carlos Jaramillo, representante del sindicato, recalcó que “por primera vez en más de 50 años de historia de la institución, en diciembre no hubo vacaciones colectivas por falta de presupuesto”. En enero, cuando se dio este debate, el déficit estaba en $10.324 millones.
Ante la sugerencia de la Asamblea Departamental, que planteó la posibilidad de aumentar el valor de las matrículas, con tarifas congeladas desde el año 2009, el rector expuso que es un tema que está en la agenda de la institución.
“Estamos en la tarea de socializar con los estudiantes qué podemos hacer para ajustar la matrícula, de tal manera que por parte de ellos también haya un aporte y la participación activa de empleados y docentes”, comentó el Rector.
La restauración del Bloque P34, nuevos laboratorios en las sedes Bello y Niquía y mejoras locativas en las sedes de Rionegro y Urabá, entre otras, son algunas de las últimas ejecutorias en el Politécnico.