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Hace cuatro décadas que la Corporación de Amor al Niño Cariño, organización sin ánimo de lucro, trabaja por la protección de la niñez en Medellín. Y, desde hace 15 años, creó el programa “Aprendiendo a cuidarme”, como una forma de responder a las inquietudes de docentes, agentes educativos y padres de familia ante la necesidad de entregar herramientas para prevenir el abuso sexual infantil en la ciudad.
El COLOMBIANO dialogó con Juan Carlos Álvarez Vásquez, su director, sobre los retos que enfrenta la sociedad en relación con la prevención de esta problemática.
¿Qué tanto ha cambiado la realidad que viven los niños hoy con respecto a la que vivían hace 15 años?
“Sería un error decir que hemos avanzado. Es posible que exista un avance mínimo, pero un solo caso de abuso nos deja la moral en el piso. A pesar de eso, creo que sí se ha generado mayor cultura, las personas ahora son más conscientes de qué es un abuso sexual infantil y de que hay que cuidar a los niños. Hoy los niños también saben que tienen derechos y que deben protegerse. Vamos, poco a poco, generando cultura del buen trato y del autocuidado”.
Bajo esa premisa de proteger a la niñez, ¿Cómo nació la Corporación de Amor al Niño Cariño?
“Cariño nació luego de un congreso de pediatría en 1978. El pediatra que tuvo mayor reconocimiento con esta labor fue Jorge Loaiza, quien convocó a varios pediatras y dijo: “vamos a construir la Policlínica Infantil Cariño y para eso necesitamos crear una corporación”. Entonces constituyeron la corporación, dotaron la Unidad de Cuidados Intensivos y se le entregó en donación al Hospital San Vicente. Nosotros estamos ahí, en comodato”.
Cuando ocurre un caso de abuso, ¿la ciudad y las autoridades están preparadas para atenderlo?
“Nuestra ciudad ha ido avanzando, porque muchas entidades se están preparando para esa atención. Pero todavía hay unas falencias grandes. Aunque existe un protocolo, muchas veces, al acudir con el niño a una Fiscalía o Comisaría se revictimiza”.
¿Qué es lo que falla cuándo un niño es abusado, si todos somos conscientes de la necesidad de protegerlos?
“Toda la comunidad es responsable de brindar ese cuidado. Los importante es que los padres sepan que pueden correr riesgos, que su hijo puede ser abusado sexualmente. ¿Quién es el principal responsable de dónde esté mi hijo en este momento y qué le puede estar pasando? Soy yo como papá. Es tener la certeza de generar espacios que le brinden cuidado y protección a los niños”.
El abuso sexual infantil ocurre, en muchos casos, en el hogar. ¿Cómo pueden los niños vencer a ese monstruo que hay en casa?
“Aunque el abuso se presenta con mayor frecuencia en el hogar, también tenemos que propiciar que el niño acuda a una persona de confianza, sea el papá, la mamá o la profesora, para denunciarlo. Hay que generar en los padres esa responsabilidad de garantizar que el hogar sea un espacio protector para los niños”.
¿Cuál es la responsabilidad de las escuelas en la prevención del abuso sexual infantil?
“La Ley habla de que es una obligación y una responsabilidad de los docentes, no solo cuidarlos, sino prepararse para brindar esa protección”.
¿Qué es lo más frustrante que han tenido que sobrellevar en la tarea que han desarrollado en cuarenta años?
“Cada historia de un niño abusado sigue siendo decepcionante. Saber que un niño de cualquier edad es abusado sexualmente es frustrante, porque todos los días, todas las horas, hay casos de abuso sexual infantil”.
Y, por otro lado, ¿cuál es la mayor satisfacción que han encontrado, de esas historias que se tejen en los barrios, en los salones de clase?
“Es esa alegría del niño al recibirnos, al entregarles herramientas físicas, cartillas, material, donde les insistimos que ellos tienen un tesoro y que el tesoro es su cuerpo. De verdad que hemos visto la felicidad y la gratitud con la que los niños reciben nuestro programa”.
¿Cómo se traduce el buen trato a la niñez en el día a día de un hogar?
“El buen trato no es lo opuesto al maltrato. Buen trato es propiciar lo mejor para el desarrollo de un niño, la mejor educación y alimentación, un espacio saludable que garantice el respeto y la salud. Hay que dignificar el hogar y la escuela, velar porque los niños sean sujetos de derechos”.
Si uno pudiera entregarles a los papás de hoy un consejo, ¿qué hay que decirles frente a la educación y protección de los niños?
“Que como padres no podemos evadir la responsabilidad. El abuso sexual puede darse en cualquier hogar, no hay que pretender que esto es un tema aislado, que solamente ocurre en otros espacios. Los papás deben enseñar a sus hijos el autocuidado de su cuerpo, que los niños tengan la confianza de acudir a ellos si alguien o algo los está incomodando”.
¿En qué consiste el Foro por la dignificación de la niñez, con el que celebrarán 40 años?
“Cuando quisimos hacer el foro, pensamos en un evento para celebrar los 40 años que estuviera abierto a la ciudad y que fuera como un regalo que nosotros le diéramos a Medellín, a la comunidad. ¿Qué tema? Un tema coherente con la misión de la corporación, que es promover los derechos y el buen trato de la niñez. Nuestro objetivo es construir una sociedad digna y respetuosa y desde ahí generamos el concepto del foro, un evento para dignificar la infancia”.
¿Hoy están solos los niños?
“Los niños sí están solos. Los niños llegan a la casa solos, tienen las llaves, llegan a cocinar, porque sus padres trabajan. Y eso no lo podemos cambiar, pero sí tenemos, y es nuestra obligación, buscar mecanismos para protegerlos”