Ala fuerte ola de calor y a la tala del bosque, atribuyen expertos el alto número de ataques de serpientes que se han presentado este año en Antioquia, los cuales dejan a una persona muerta en el municipio de Ituango.
Según estadísticas del Sistema de Información, Vigilancia y Control en Salud Pública, Sivigila, del Ministerio de Salud, durante las 10 primeras semanas del año se habían registrado en Antioquia 151 eventos ofídicos, en especial de serpientes de la especie mapaná talla X.
Uno de los pacientes, Genaro de Jesús Jaramillo Toro, de 74 años, murió el pasado 7 de febrero en el hospital del municipio de Ituango, luego de ser mordido por una culebra en el corregimiento Santa Rita.
Rafael Otero, médico pediatra toxinólogo, dijo que aunque en el año se presentan de 500 a 600 casos en Antioquia, la cifra de 151 es alta y ello se puede deber al fuerte calor y a la forma como los humanos invaden el hábitat de estos reptiles.
Se lamentó que con la expedición de la Ley 100 se les quitó la obligación al Ministerio de Salud y a los Servicios Seccionales de Salud de suministrar gratuitamente los antivenenos a los hospitales de todos los municipios.
Precisó que hoy estos los tienen que comprar las EPS y las IPS, para mantener una despensa de los mismos. Además fueron incluidos en el Plan Obligatorio de Salud.
Son costosos
Advirtió que estos antivenenos no son baratos. El precio más módico de un frasquito es el que produce el Instituto Nacional de Salud de Colombia, que puede llegar a $65 mil, mientras que los que vienen de Costa Rica y México valen $120 mil.
Dijo que si el paciente es del régimen subsidiado, es el Estado el que, en últimas, debe cargar con los costos, por lo que esta norma hay que modificarla ya que la mayoría de las víctimas son campesinos que están en el Sisbén. El 90 por ciento de los accidentes son por brothops (mapaná).
Aseguró que en los últimos 11 años ha habido crisis permanente en la producción de antivenenos en Colombia, con la consiguiente escasez.
Añadió que las universidades también deben preparar a los médicos para que mantengan una información actualizada sobre el manejo de estos sueros y tenerlos en los hospitales del primer nivel e, incluso, en centros de salud.
Atención inmediata
Recordó que un ataque de mapaná, muy común en las poblaciones tropicales de Antioquia como Urabá, Bajo Cauca, Nudo de Paramillo y Magdalena Medio, produce inicialmente una hemorragia y edema en el sitio de la mordedura. “Unos 30 minutos después hay alteraciones sistémicas especialmente con alteración de la coagulación que puede llevar a sangrado en órganos distantes del sitio de la mordedura, como cerebro, pulmones y tubo digestivo. Luego conlleva a falla renal.
“El mejor resultado del antiveneno se da en las primeras dos horas. Más demora puede llevar a complicaciones y a la muerte”, alertó.
Iván Darío Ruiz, profesional de Control de Riesgos del Servicio Seccional de Salud de Antioquia, manifestó que el año pasado sí hubo una crisis con la adquisición y suministro de antivenenos, pero este año se normalizó y el Centro Regulador de Urgencias de Antioquia, Crue, encargado de repartirlos tiene suficiente cantidad del suero que se utiliza para ataques de mapaná.
Reconoció que 10 hospitales de municipios, con poca incidencia en estos eventos, no lo tenían hasta hace pocos días.