E un 80% se redujo el número de personas evacuadas y alojadas en albergue por la emergencia de Hidroituango en el Norte y Bajo Cauca antioqueño.
Victoria Eugenia Ramírez, secretaria de Gobierno de Antioquia, aseguró que en Tarazá y Cáceres la mayoría de familias volvieron a sus viviendas, luego de que la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Ungrd, bajara el nivel de alerta para ellos de rojo a naranja. “Sólo queda una población en un albergue del corregimiento El Doce de Tarazá, que sigue viviendo en carpas” declaró.
Gladis Rebeca Miguel, alcaldesa de esa población, confirmó que entre 300 y 400 personas siguen repartidas en albergues pequeños mientras se termina la construcción de uno más grande.
Según la mandataria, la cotidianidad ha llegado lentamente al corregimiento. “La gente tiene temor y por eso pasa la noche en las carpas, pero en el día va a sus casas. El comercio ya está funcionando y muchos campesinos retomaron sus cultivos”, agregó.
La alimentación de estas familias aún está corriendo por cuenta de la Ungrd y EPM, reportó la Alcaldía de Tarazá.
En Valdivia, el panorama es similar. El municipio pasó de tener nueve albergues con casi 3.000 personas, a solo seis refugios con menos de 500 habitantes.
“La disminución de esa población se debe a que ya se pagó casi el 80% de los subsidios”, explicó Otto Nietzen, delegado de la Ungrd en esa población, haciendo referencia a los auxilios temporales de arriendo que EPM -responsable del proyecto hidroeléctrico que continúa en alerta-, les pagará.
Según Nietzen, se espera que en un máximo de dos semanas se puedan clausurar todos los albergues para empezar con la revisión y adecuación del coliseo municipal y algunas escuelas.
La secretaria Ramírez informó que los niños de Valdivia, Tarazá y Cáceres comenzarán su retorno a las clases, luego de un mes de parálisis y otro de vacaciones.