Los actos clandestinos contra la infraestructura del metro no han sido una constante por 20 años de funcionamiento. El domingo pasado, con la aparición de un nuevo grafiti en uno de sus trenes, se rompió racha positiva.
El hecho, cometido durante la madrugada, entre las estaciones Exposiciones e Industriales, fue deplorado por las directivas del sistema de transporte que consideraron la acción como vandálica.
“Apoyamos el arte y la cultura, pero deploramos el vandalismo”, dijo la empresa Metro en su cuenta de Twitter.
Aunque las autoridades anunciaron una investigación, tras ser reportados del grafiti, hasta ayer no entregaron detalles y dejaron para hoy los pormenores de la acción, cometida cuando el sistema no estaba en operación.
Impacto a la cultura metro
Con la acción realizada en el tren del metro, desde ya se prevé el fortalecimiento de las medidas de seguridad y de las campañas de educación.
No obstante, las reflexiones al respecto son muchas y para el antropólogo Gregorio Henríquez representa una preocupante vulneración de la seguridad de un sistema, hasta entonces, inquebrantable.
“No se tenía conocimiento de un hecho vandálico contra los trenes. Incluso, lo que sí sucede en otros sistemas de transporte del mundo, daños y rayones en su interior, aquí no pasaba”, dijo.
Para Henríquez, si bien el grafiti dibujado en el metro podría ser bien elaborado, es una manifestación de irreverencia.
“Con esto hay un precedente de una intervención a ese escenario conocido como cultura metro”, concluyó.