Tras confirmarse el incremento en las cifras de homicidios el año pasado en Medellín, los análisis inician, se enfocan en explorar fallas de la política de seguridad y el rumbo a seguir para lograr el objetivo de esta Alcaldía: proteger la vida de los ciudadanos en 2019.
Según la conclusión de la Alcaldía y su Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia -Sisc-, el principal fenómeno disparador de los asesinatos en la ciudad es la confrontación entre los Grupos de Delincuencia Organizada (GDO), fruto de la captura y muerte de cabecillas a manos de las autoridades. Esto representó 357 casos.
El alcalde, Federico Gutiérrez, a comienzos de diciembre le dijo a EL COLOMBIANO que “quienes generan los homicidios son esas estructuras criminales”. También atribuye el incremento, de manera especial, a la confrontación de las bandas de la comuna 13 (San Javier), que en el primer semestre elevó 40% los homicidios en la ciudad.
No anunció cambio de estrategia en ese sentido y al referirse a la segunda causa de asesinatos en Medellín, relacionada con problemas de convivencia (100 casos presentados), insiste en que la comunidad se porte bien: “no hay nada más importante que la vida, y una fiesta no puede terminar en tragedia”, dijo.
Este mensaje de consciencia ha calado en la población, al parecer, ya que el 31 de diciembre, según el subcomandante operativo de la Policía Metropolitana, coronel Luis Eduardo León, los reportes de riñas bajaron a 182 casos frente a 360 de 2017, fruto, según él, de las estrategias de convivencia promovidas por su institución y la Alcaldía.