Mientras lee esto, un menor de edad podría estar siendo abusado sexualmente en Medellín. Cada día, en promedio, llegan seis denuncias a las autoridades por este delito, según indicó la Administración Municipal.
Hasta el 18 de febrero de 2018, cuando el año apenas llevaba 49 días, la Fiscalía había recibido 123 denuncias, y en lo corrido de este año, han sido capturadas 40 personas asociadas a delitos sexuales, 25 de ellos relacionados con menores de edad.
En 2017 fueron reportados 1.556 casos, de los cuales, según el Sistema Integral de Seguridad y Convivencia (Sisc), 1.348 correspondieron a niñas y 208 a niños, la mayoría entre los 12 y 17 años. En comparación con 2015 y 2016, creció el número de abusos contra menores de cinco años, cuando se reportaron 236 y 227 acontecimientos respectivamente.
“Lo anormal no puede convertirse en normal. No sirve disminuir las cifras, necesitamos erradicar los abusos, porque un solo caso es motivo para romper la indiferencia”, afirmó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
Señales de abuso
La sexóloga Eliana Mejía explicó que los menores de siete años no exteriorizan las emociones, sino que las introyectan. “Se orinan, tienen pesadillas o miedos por las noches y expresan que no quieren ir a ciertos lugares o estar con algunas personas”.
Se pueden volver agresivos, dijo Mejía, “porque no saben exteriorizar la tristeza, entonces se sienten frustrados y se ponen intolerantes o violentos”.
Para esta profesional es fundamental creerles a los niños, estar atentos a lo que digan y entenderlos si no quieren ir a un lugar. “No decirle que es mimado o miedoso. Se debe preguntar qué le pasa, sin inducir las respuestas”.
La sexóloga señaló que, al conocer la situación, es importante reaccionar de forma tranquila, “para que el niño no lo perciba como algo de lo que tenga que avergonzarse o piense que está haciendo algo indebido”.
Los mayores de cinco años suelen manifestarse mediante el llanto o actos de ansiedad, como arrancarse el pelo o comerse las uñas. “También tendrán miedos, resentimientos y, sobre todo, tristeza”, manifestó la experta.
Otra señal, según ella, es la sexualización prematura: “les puede llamar la atención, pero no deberían obsesionarse, los niños abusados tienden a replicar lo que les sucedió”.
Campaña “Escúchalos”
Desde esta semana se ven en las calles de Medellín vallas con testimonios reales de abuso, como este: “cada vez que había una reunión familiar, mi sobrino se encerraba, se ponía nervioso. Sentí un dolor inmenso cuando descubrí que mi hermano abusaba del niño”.
Hace parte del programa “Tejiendo Hogares”, dirigido por Margarita María Gómez, primera dama del municipio, que busca visibilizar la situación, fomentar las denuncias y evitar que se presenten más casos.
92%
de los casos de abuso sexual a menores ocurre dentro de las casas, según la Alcaldía.