Para Germán Chavarría, quien se moviliza en silla de ruedas, el concepto de seguridad en la ciudad no es solo policivo. Para él, esta involucra evitar que la gente se accidente, que pueda caminar sin temor y que quien tenga alguna discapacidad se pueda desplazar, sin riesgos, por el espacio público.
Germán es integrante del colectivo Fuerza incluyente y representa a la sociedad civil en el Comité de Discapacidad de Medellín.
Reconoce que se ha avanzado en movilidad segura para personas con discapacidad, en especial en el transporte público masivo, y puso como ejemplo el metro, metroplús, los cables, tranvía y las rutas alimentadoras, que cumplen con parámetros de accesibilidad para esta población.
Pero, comentó, falta educación ciudadana, porque con ventas ambulantes, vehículos y otros obstáculos les dificultan la movilidad.
El exconcejal de Medellín Norman Harry Posada, quien lideró en la corporación la aplicación de las normas internacionales en torno a la movilidad para personas con discapacidad, afirmó que la ciudad está muy rezagada frente a las necesidades de accesibilidad y se nota en entidades públicas, vehículos de servicio público y los andenes.
Indicó que solo en El Poblado, Belén, Laureles, Estadio y algunas aceras del Centro existen rampas para facilitar la movilización de personas con discapacidad.