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Nuevos impuestos, el incremento de los precios del Seguro Obligatorio para Accidente de Tránsito, Soat, y el aumento en la revisión tecnicomecánica atizaron la polémica entre los motociclistas, la aseguradoras y el Gobierno Nacional.
Según los propietarios de motos, las medidas son injustas, pues afectan más a las personas de bajos ingresos, que tienen en esos vehículos una alternativa de movilidad barata; las empresas aseguradores indicaron que los actuales precios del Soat les generan pérdidas al gremio y el Ministerio del Transporte asevera que ante los altos indices de incidentes viales hay que desestimular su compra.
Carlos Caro director del colectivo Pistón a Tope, uno de los organizadores anoche de una marcha de protesta que recorrió El Poblado y el centro de Medellín, dijo que el incremento en un 10,2 % en el seguro obligatorio, superior al aumento del salario mínimo, el alza en la revisión tecnicomecánica y el impuesto al consumo del 8 % a esos vehículos de más de 200 centímetros cúbicos “son un atropello, porque hoy las motos, en la mayoría de casos no son un lujo, sino una solución de movilidad para estudiantes, trabajadores y campesinos”.
Por su parte, Rolando Plazas fundador del colectivo Motos Robadas Encontradas, expresó que la fórmula del Soat está mal encaminada, porque, en su caso, lleva más de 20 años pagándolo y nunca lo ha utilizado, pero hay otras personas que constantemente hacen reclamos y pagan la misma tarifa.
A las críticas de los motociclistas, la Federación de Aseguradores Colombianas (Fasecolda) respondió que el Soat les genera cuantiosas pérdidas. En 2013 estas fueron de $30.843 millones; en 2014, de $148.338 millones; en 2015, $249.264 millones; en 2016, $218.622 millones, y en 2017, a corte de noviembre, el saldo negativo iba en $192.483 millones.
Fasecolda explicó que las aseguradoras que operan el Soat pagan alrededor de $1,3 billones anuales por las atenciones a las víctimas de accidentes de tránsito.
De las primas del Soat, estas transfieren el 14,2 % a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), antes Fosyga.
Con esos dineros, la Adres asume la atención de las víctimas de accidentes de tránsito en los casos de vehículos fantasmas o no asegurados.
De igual forma, dijo Fasecolda, el Soat no se puede acabar, porque es un instrumento útil para la sociedad, en la medida que con los recursos que se reciben por las pólizas de este seguro, se cubren con rapidez los costos de las atenciones a las víctimas de incidentes viales y se generan recursos que son transferidos a la Adres y a la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Un portavoz de la Superintendencia Financiera, que fija los precios del Soat, dijo que periódicamente la entidad revisa las condiciones técnicas y financieras de ese seguro, por disposición legal y los resultados de los análisis de 2010 a 2016, arrojaron suficiencia de los recursos disponibles en el sistema. Sin embargo, el estudio más reciente evidenció un incremento en los accidentes de tránsito y en el valor pagado por estos, lo que pone en riesgo la suficiencia de los recursos, aseguró.
Por tal razón, y con el fin de garantizar la sostenibilidad del sistema ante el aumento en la ocurrencia de accidentes de tránsito, el valor pagado por estos y la composición actual del parque automotor, la Superintendencia incrementó las tarifas para 2018.