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La alta concentración urbana (en 2050 el 69 % de la población mundial vivirá en metrópolis, según la ONU) y el crecimiento exponencial de carros y motos (hoy ruedan 13,6 millones de vehículos en Colombia, pero en 2040 serán 23,4 millones, según un informe de Los Andes) cambiaron la concepción de la ciudad moderna.
Con este panorama, los habitantes urbanos no solo tendrán menos espacio, sino que experimentarán mayores tiempos de desplazamiento, más congestiones y un peor aire para respirar. Por ello, las autoridades nacionales y regionales deben acelerar la implementación de tecnologías limpias como la eléctrica, la solar y hasta con hidrógeno.
Esa fue la principal conclusión a la que llegaron 18 expertos y líderes de sostenibilidad de diversos clúster, que participaron en el foro “Ecomovilidad, un cuento bien pedaleado”, que realizó ayer EL COLOMBIANO, en el Museo de Arte Moderno de Medellín.
Roberto Urrea Ramírez, director de Proyectos de Innovación en Sistemas Inteligentes en Red, dijo que de no tomar acciones ya, “terminaremos viviendo en los carros como si fueran casas rodantes”.
El francés Nicolás José Viviano Taruffi, impulsor de la movilidad potenciada con hidrógeno, explicó que las nuevas ciudades tendrán el desafío de proveer transporte a una población cada vez mayor. “Este debe ser conectado, compartido y con cero emisiones. El reto está en crear una matriz combinando las energías eléctrica, solar, eólica y el hidrógeno”, acotó.
Juan Felipe Sanabria Saetta, director de Transporte y Tránsito del Ministerio, dijo que la principal meta del Gobierno Nacional tiene ver con normativizar el uso de las bicicletas y de la cicloinfraestructura. “Nos ha cogido de imprevisto porque el uso de este modo se disparó en pocos años”, reconoció.
Destacó los avances de la Ley 1811 de 2016, o “Ley Probici”, la cual reglamentó los ciclomotores y las bicicletas de pedaleo asistido para no generar conflictos en ciclovías y espacios reservados para las bicicletas convencionales.
Sanabria contó que en los próximos asuntos a normatizar está el Registro Único Nacional de Bicicletas, la expedición de una guía de tráfico calmado, la disminución de los límites de velocidad y la instalación de portabicletas en los medios de transporte público.
El Conpes 3934, de julio pasado, añadió Sanabria, es el documento que traza la ruta de la política de mejoramiento del aire. Este presupuesta que para 2030 haya en el país 600.000 vehículos eléctricos. Según el Registro Único Nacional de Tránsito, a marzo, en Colombia solo rodaban 2.500 vehículos eléctricos. Por eso los cambios no dan espera.
CARRO ELÉCTRICO Y SOLAR
Jairo León García, secretario académico del Consejo Mundial de Energía para Colombia, indicó que actualmente el mundo está en un periodo de transición para pasar de la dependencia de combustibles fósiles a energías renovables. Anotó que ese periodo de descarbonización del transporte deberá hacerse con mayor intensidad para alcanzar los objetivos de Desarrollo Sostenible trazados para 2060. En ese sentido, dijo que la penetración del vehículo eléctrico se enfrenta a su principal obstáculo: los costos de adquisición. Por eso, apuntó que los Estados deben impulsar el mercado con incentivos. Asimismo, sostuvo que la electrificación del transporte requerirá mayores esfuerzos del sector energético, porque a medida que crezca el número de carro eléctricos, se tendrá que producir más energía de este tipo.
Según el Área Metropolitana, las fuente móviles (carros y motos) producen el 80 % del material particulado PM 2.5.
Pedro Eusse Bernal, profesional de la Gerencia de Desarrollo e Innovación de EPM, dijo que hace 20 años era impensado hablar de paneles fotovoltaicos pero aseguró que hoy la fuente solar es una realidad, entre otras, porque ofrece un potencial ilimitado que puede apalancar la descarbonización. “La tendencia es el carro eléctrico pero pronto hablaremos de los solares”, anticipó. Según Eusse, la energía que produce el sol en un año, es igual a 25 veces las reservas de carbón del mundo o 100 veces las de gas natural. Anotó que los costos de esta energía han bajado hasta un centavo de dólar por vatio y contó que la apuesta de EPM es un módulo de paneles flotantes en Guatapé, que producen 20% más que los de tierra.
BICICLETAS ELÉCTRICAS
Tan solo el 1% de los viajes que se hacen en Medellín son en bicicleta (Encuesta Origen-Destino 2017). En Bogotá es el 9% y en la capital de Holanda, el 36 %, según el informe Amsterdan Sustentable 2017. Quienes promueven ese modo de transporte aceptan que las altas pendientes de la capital antioqueña son un obstáculo para avanzar más en este tipo de movilidad, sin embargo, la incorporación de la electricidad a estos vehículos no motorizados son la solución a tal dificultad.
Manuela Calle, gerente de Inmotion Group, que desarrolla bicicletas eléctricas, dice que hay avances en modelos y tipos para todos los gustos y presupuestos. “Así las montañas solo serán un paisaje en los movimientos que hagamos por la ciudad”, apunta.
Pero no basta con asistir el pedaleo con electricidad para llegar al 10 % de viajes, como está proyectado a 2030 en Medellín. La idea, señala Calle, es adecuar otros medios de transporte para complementarlos con la bici, por ejemplo, vagones del metro en los que se puedan llevar, y poner rampas en las estaciones del sistema para poder subirlas fácilmente.
Pide comunicar los horarios del metro en los que se aceptan estos vehículos y valora la iniciativa de empresas de buses que adaptaron porta bicicletas. Insta por más espacios de carga y parqueo seguros para bicicletas.
Jaime Andrés Moreno, gerente de Energía de Tronex, afirma que hay un plan para construir biciparqueaderos, estaciones de carga con energía solar y parqueos convencionales. Además instalarán biciparqueaderos con domos (para protegerlas del Sol y agua). El primero de ellos, dice, estará en la estación metro de El Poblado, antes de finalizar 2018.