Por una extraña coincidencia, un día antes del accidente del bus en San Jerónimo, que dejó nueve víctimas fatales y 31 heridos en el municipio de San Jerónimo, el Ministerio de Transporte expidió, el pasado 6 de octubre, la Resolución No. 3753 de 2015, que define las reglas técnicas para los vehículos de servicio público de pasajeros, cuyo objeto es “prevenir o minimizar riesgos para la vida e integridad de las personas”.
La Resolución reglamenta los requisitos o condiciones para los vehículos de servicio público colectivo a nivel metropolitano, distrital y municipal de pasajeros, y el servicio público de transporte masivo y por carretera, que deja sin vigencia la Resolución 7126 de 1995 y que era la guía para la fabricación, entre otras, de las carrocerías en el país.
Este último asunto entró en polémica a raíz del accidente, pues si bien este sucedió por alta velocidad del bus, al parecer, por una falla de frenos, la forma como el bus botó o desprendió el techo de la cabina sembró dudas sobre el tipo de carrocería que rueda en el país.
Al analizar los materiales con los que están construidas las superestructuras, que en este caso parece ser fibra de vidrio, que “es como una cáscara de huevo”, opina un estudioso del tema y que prefiere no publiquemos su nombre. Según su posición, las carrocerías deben fabricarse en material metálico.
Darío Pastor Restrepo, gerente de Icolfibra, empresa antioqueña que fabrica carrocerías desde hace 25 años, señala que no es cierto que la fibra de vidrio sea como una cáscara de huevo. Advierte que, si así fuera (si el bus accidentado hubiera tenido cabina de fibra de vidrio), el fabricante no estaba violando norma alguna, pues la legislación actual, ni la anterior ni la que entró en vigencia esta semana, definen el tipo de material en que deben fabricarse las carrocerías.
“Nosotros trabajamos con materiales compuestos similares a los usados en la fabricación de aviones, con capas de fibra de vidrios y poliuretano que lo hacen resistente a los impactos fuertes”, explica.
Pero advierte que ante la velocidad excesiva de un vehículo no hay material que proteja cien por ciento a los pasajeros de un automotor.
Ismael Camacho, de la firma Autobuses ICC, que fabrica carrocerías para una reconocida transportadora del país, señala que su empresa las construye en hierro como material principal y con tuberías tipo PTS, que “garantiza alta resistencia estructural” y que le ha dado excelentes resultados.
Señala que en las superestructuras de las carrocerías es vital la calidad de la soldadura y la experiencia y calidad del personal, teniendo en cuenta que en Colombia las pruebas de volcamiento no son muy técnicas, pues se hacen con los vehículos estáticos y los resultados no son reales: “es que un vehículo nunca se accidenta estando parado”, advierte.
El gerente de Icolfibra coincide con su posición.