Unos 200 taxis de los 19.500 que tiene Medellín atendieron ayer el llamado a paro que algunas agremiaciones de conductores hicieron para protestar por lo que ellos consideran falta de control al transporte ilegal, en particular los vehículos que trabajan con plataformas como Cabify y Uber.
Las movilizaciones partieron entre las 9:00 a.m. y las 10:00 a.m. desde Bello, Sabaneta, Calasanz y Buenos Aires, pero ninguna de las caravanas pudo llegar al centro administrativo La Alpujarra, pues la Secretaría de Movilidad les interrumpió el paso alegando incumplimiento a las normas de la protesta.
Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín, explicó que “hubo algunas anormalidades y condiciones incumplidas como la de no bloquear vías y por eso no les permitimos que llegaran a La Alpujarra”.
Freddy Escudero, vocero de Taxistas Unidos, informó que la caravana de taxis que venía desde el oriente de la ciudad fue interrumpida por agentes de tránsito y Policía en el ramal de desvío de la Avenida Oriental hacia San Juan.
“Teníamos el permiso para movilizarnos, nos están violando el derecho a la protesta. Pero aquí (en el Parque de San Antonio) nos vamos a quedar porque necesitamos soluciones y no tenemos afán”, dijo.
Iglesias respondió que la Alcaldía “no funciona” con vías de hecho y que desde hace un año y medio tiene abierta una mesa de diálogo con los taxistas, que ya ha arrojado resultados como nuevos paraderos, operativos contra la informalidad y permisos para el uso del carril Solo Bus.