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El hallazgo de la camioneta en la cual se transportaba el día en que desapareció, es la pista más reciente que tienen entre sus manos los investigadores que indagan el paradero del ingeniero Alejandro Ramírez Acosta.
Este jueves se cumplieron cuatro meses desde que el profesional de 37 años salió de su casa en el barrio Simón Bolívar de Medellín, rumbo a una cita de trabajo en el norte del Valle de Aburrá. Lo último que supieron sus seres queridos fue que se encontró con dos personas en el municipio de Girardota, con las cuales habría partido a revisar un terreno en el corregimiento El Hatillo de Barbosa, donde al parecer supervisaría la construcción de una propiedad.
Ramírez acudió a la cita conduciendo su camioneta Toyota Hilux blanca de doble cabina y, de acuerdo con la hipótesis más fuerte de las autoridades, fue víctima de desaparición forzada.
Después de múltiples marchas de conocidos rogando por su regreso, la asignación de $50 millones de recompensa por parte de la Policía y la conformación de un grupo interinstitucional de investigadores (Gaula, Sijín, Fiscalía y CTI), el pasado 18 de mayo apareció una pista concreta.
Una patrulla policial detuvo un vehículo en una vía pública del municipio de Sabaneta, como parte de un procedimiento rutinario. En la camioneta Toyota Hilux blanca iban tres hombres adultos, los cuales fueron conducidos a la estación cuando los agentes notaron un diseño sospechoso en la placa del automotor.
Expertos de la Sijín revisaron la camioneta y constataron que la licencia de tránsito era falsa, al igual que la matrícula, y que el número del chasis estaba regrabado. La Toyota fue incautada y en la pesquisa subsiguiente se comprobó que era la misma que conducía Ramírez el último día en que lo vieron.
Fuentes cercanas al caso revelaron a EL COLOMBIANO que los tres ocupantes del vehículo fueron procesados por el delito de receptación, que según el artículo 447 del Código Penal, castiga “al que adquiera, posea, convierta o transfiera bienes que tengan su origen en un delito, o realice cualquier otro acto para ocultar o encubrir su origen ilícito (...)”.
La legalización de la captura y la incautación se realizó en una audiencia de garantías ante un Juzgado Promiscuo Municipal de Sabaneta, el 19 de mayo. Los detenidos (cuya identidad no han revelado las autoridades por reserva de la investigación) manifestaron que la camioneta no era de ellos, sino que el dueño se las había prestado para hacer una diligencia.
El supuesto propietario también fue interrogado por la Fiscalía, ante la cual manifestó que la había comprado de segunda, desconociendo su origen.
Los sospechosos fueron dejados en libertad, aunque continúan vinculados al expediente. La Fiscalía y la Policía han manifestado en ocasiones pasadas que todavía no saben las causas de la desaparición de Ramírez, pero al menos ya tienen una pista concreta entre sus manos.
La familia no pierde la fe
Su esposa Natalia Bolívar escribió este jueves en su cuenta de Facebook: “Hoy mi corazón se desgarra de dolor, ya no sé qué más hacer para encontrarte, para poder verte nuevamente y decirte cuánto te amo y lo difícil que es vivir sin tus brazos de amor. Después de 4 meses sin saber nada de ti, no encuentro una respuesta lógica a esta situación... Solo de una cosa estoy convencida: Dios sigue siendo Dios”.
Si usted sabe información sobre el paradero del ingeniero, comuníquese al teléfono 444 66 77, extensiones 1156 y 1157.