No es un árbol, es un airbol. Como los árboles, limpia el aire, pero este ha sido creado por el hombre, como una máquina, un invento para compensar en parte la falta que hacen los naturales ante las fuentes contaminantes en Medellín.
Según Ruta N, cada airbol tiene la capacidad de purificar 22.000 metros cúbicos de aire cada hora. Absorbe monóxido de carbono, material particulado, óxidos de azufre y de nitrógeno, al igual que virus y bacterias.
Esta especie de árbol y máquina absorbe el aire contaminado haciéndolo pasar por un campo de plasma que simula la producción en la naturaleza de truenos y relámpagos, ionizando el aire y dividiendo sus moléculas. Luego, simula una lluvia interna que deposita las partículas contaminantes en un tanque de agua dentro de la estructura.
Para desarrollar la iniciativa se unieron la Alcaldía de Medellín, Ruta N, EPM, Une y el Grupo Argos.
“La preservación del medio ambiente corresponde con nuestro foco de gestión social”, destacó Sandra Zapata, directora de Comunicaciones del Grupo Argos, vocera en la presentación del airbol, que ya funciona en la calle Barranquila con la avenida del Ferrocarril. Los desarrolladores estiman que libera aire purificado en un diámetro de hasta 80 metros a la redonda y 25 metros de altura, mejorando la calidad del aire que respiran 60.000 personas.
El airbol cuenta además con una pantalla led para difundir entre la ciudadanía mensajes sobre el uso adecuado del agua y de la energía, enseñanzas para mejorar la calidad del aire, mitigar el impacto del cambio climático y preservar la biodiversidad de nuestro país y del planeta desde pequeñas acciones.