Como no vale llorar sobre la leche derramada, EPM no se quedó en los lamentos por el incendio que el pasado 15 de febrero destruyó los cables conductores de energía y más bien agiliza la reparación del daño en la central Hidroeléctrica de Guatapé. En tiempo récord piensa poner a funcionar la central, consciente de la gravedad del problema. Un asunto que no es de poca monta: son 560 megavatios de energía que dejan de llegar al Sistema Interconectado Nacional y para colmo en una sequía que nos tiene al borde del racionamiento.
Ayer en la tarde llegó el tercer conjunto de ocho carretes con el cable comprado a la subsidiaria en México de la firma italiana Prysmian, con los que se ajustan 24 de un total de 57 necesarios para reemplazar los 30 kilómetros de cable perdidos en el incendio. El primer vuelo llegó el jueves y ayer arribaron dos. Los demás seguirán arribando en el transcurso de la semana para ir de inmediato a la represa.
“La segunda operación de llegada de cables fluyó perfectamente”, informó el gerente de EPM, Jorge Londoño.
El 1 de mayo operarán las dos primeras unidades generadoras y en septiembre las últimas para que el sistema quede restituido a plenitud.