El estado de salud de uno de los pocos ejemplares de rinoceronte blanco que quedan en el mundo, se ha agravado en la tarde del pasado viernes. Así lo informa el Parque Temático Hacienda Nápoles, donde se protege a Vera, como conocen a la rinoceronte.
Si bien no se especifica las dolencias de Vera, el Parque señala que su respuesta a los medicamentos no ha sido exitosa, pese a que aún se le suministra analgésicos y calmantes. “El peso de los años parece hacer irreversible su condición de salud, en medio de una calma admirable y sin dolor”, continúa diciendo.
Además, el Parque agrega que Vera permanece echada, sin fuerzas y “a la espera del desenlace final de su vida”. Los científicos que la cuidan estudian la posibilidad de intentar lograr una conservación genética de Vera, una de las especies de rinoceronte más golpeadas del mundo, a punto de extinguirse.
La llegada de Vera a Nápoles
En 2011, y en medio del aplauso de defensores de anímales, Vera salió del Zoológico Santa Fe hacia la Hacienda Nápoles en Puerto Triunfo.
“Los activistas hemos luchado mucho por la libertad de los animales y hoy vemos por fin que ya es un logro”, dijo en su momento uno de ellos mientras presenciaba la partida de Vera.
Allí el animal tuvo un espacio de 20.000 metros cuadrados (20 veces más grande que el que tenía en el zoológico) donde se ha movido con total libertad en medio de la naturaleza, lo cual implicó un gran cambio de vida para ella.
