Así mataba a sus víctimas el monstruo de Monserrate

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El General Humberto Guatibonza, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, dio a conocer este miércoles una serie de descripciones que realizó Fredy Armando Valencia Vargas, alias “el Monstruo de Monserrate” quien, según la Policía, enterraba a sus víctimas en un lote cercano al Santuario del Señor Caído.

“Gracias a las declaraciones del sujeto se lograron encontrar los cuerpos de otras tres mujeres”, aseguró Guatribonza. Además, explicó que Valencia Vargas vivía en un cambuche, ubicado en el mismo lote donde enterraba a sus víctimas luego de ponerlas en bolsas de basura.

El pasado martes el presunto asesino había aceptado el crimen de una sola víctima, sin embargo en la mañana de este miércoles, luego de que ya se habían hallado cuatro cadáveres, Valencia aceptó haber matado nueve mujeres habitantes de calle.

“Yo las trato como princesas, les doy bazuco o marihuana, trago y a veces más regalos, pero cuando ellas no quieren estar conmigo, me da rabia y las ahorco”, describió Guatibonza, explicando cómo el asesino se refería a sus víctimas.

La Policía no encontró antecedentes del sujeto, sin embargo, aseguró que el hombre se separó de su familia y terminó en estado de indigencia debido al consumo exagerado de drogas. Además, su madre murió y desde hace cinco años no se comunica con una hermana que tiene y su padre.

Guatibonza explicó, además, que el pasado sábado encontraron los primeros restos gracias a un perro que se encontraba escarbando en el lugar y al olor fétido por los cadáveres en descomposición. Una patrulla que pasaba por el lugar alertó los hechos e iniciaron la investigación.

Cuatro cuerpos fueron encontrados el día martes y otros tres el día miércoles. Hasta el momento todos han sido trasladados a Medicina Legal para su identificación. Valencia Vargas fue trasladado a la cárcel Modelo de Bogotá por orden de un juez de la República.

Según la investigación de la Policía, las características de las víctimas apuntan a que todas eran recicladoras, presuntamente consumidoras de estupefacientes y varias de ellas habrían sido habitantes de calle.