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En la Corte Suprema de Justicia inicia y termina el juicio contra los cinco congresistas acusados de haber recibido sobornos por parte de la multinacional brasileña Odebrecht, para asegurarse contratos públicos sobre la Ruta del Sol tramo dos.
Eso quiere decir que para Musa Besaile, Bernardo ‘Ñoño’ Elías, Antonio Guerra, Plinio Olano y Ciro Rodríguez, todos congresistas de partidos de la unidad nacional, no habrá apelaciones, recursos u otras vías una vez el tribunal de a conocer su sentencia, esto aplica tanto si son condenados como si son absueltos.
En dialogó con EL COLOMBIANO, Jaime Arrubla Paucar, doctor en derecho y expresidente de la Corte Suprema de Justicia, explicó cómo será la actuación de este ente en el caso más grave de corrupción que enfrenta la justicia.
“Los ciudadanos aforados, como senadores y representantes, por ley no tienen sino una instancia de juicio, que es la Corte Suprema, porque es el máximo tribunal del país y por encima de esta, no hay nada más. No hay a quien apelarle”, comentó.
Así se diseñó porque “si estos casos de gran magnitud los tuvieran jueces ordinarios, podrían ser objetos de presiones. Entonces que sea la Sala Penal de la Corte Suprema, con nueve de los mejores juristas del país viendo el caso, da garantía de justicia tanto para los acusados como para la sociedad”.
En casos de ciudadanos del común, el sistema penal acusatorio les brinda la oportunidad de varias instancias para defenderse de una acusación.
Es por esta razón que una estrategia muy utilizada por aforados acusados es la de renunciar a su curul y con eso pasan al sistema ordinario, con las distintas instancias que eso conlleva.
En casos de gravedad como la parapolítica, esta estrategia la utilizaron congresistas como Mario Uribe Escobar, Álvaro Araújo y Luís Humberto Gómez Gallo, entre otros.
En ese sentido, lo que hizo la Fiscalía fue enviar las pruebas que ha recolectado en el caso de Odebrecht a la Corte y, una vez adelanten una investigación propia, decidirán si los llaman o no a juicio.
“En lo investigativo participan fiscales delegados ante el tribunal, pero ya en el juicio interviene la Corte, y los entes de control, menos la Fiscalía”, agregó Arrubla, al destacar que estos casos aún funcionan con el sistema anterior al penal acusatorio.
Lo cierto es que la complejidad del hecho hace imposible anticipar en cuánto se conocerá toda la verdad del caso, pues en otros procesos similares como el de la parapolítica (2006), pasaron varios años.
Como aún falta surtir una etapa de pruebas, de haber indicio, podrían entrar a participar la Contraloría y Procuraduría para tratar delitos económicos y disciplinarios.
En esta parte, se podrán abarcar algunas de las preguntas aún sin resolver en todo este escándalo, como la verdadera relevancia que tuvieron estos congresistas para que se asignaran los contratos de una obra, la Ruta del Sol 2, que se adjudicó en 2010 y si existen otros implicados en este escándalo de corrupción.