El asesinato del Gobernador indígena Aulio Isarama Forastero en Chocó, es una clara violación al cese el fuego cometida por Eln que, aunque fue reconocida por la guerrilla, no fue considerada como un motivo para terminar con el cese el fuego bilateral.
Esta es la posición del Gobierno, que mediante el Alto Comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, explicó que recogerán la información en terreno, está será entregada a la Misión de Verificación y, a su vez, será llevada a la mesa de negociaciones para garantizar que hechos como este no vuelvan a repetirse.
“Lo que está acordado en los protocolos es que ningún incidente por sí solo genera la ruptura unilateral y automática del cese el fuego. La única instancia que puede tomar esa decisión es la mesa pública de negociaciones en Quito, y ella lo va a hacer con la información que la misión de verificación y veeduría que le va a entregar”, explicó Rivera.
El Alto Comisionado dejó en claro que el Eln deberá implementar acciones para evitar que vuelva contra presentarse una afectación a la población civil “y para que los responsables del asesinato del gobernador Isarama Forastero sean puestos a disposición de las autoridades”.
Aunque el Eln reconoció que varios de sus guerrilleros asesinaron al indígena y justificaron el homicidio aseverando que Forastero trabajaba para Inteligencia Militar (versión desmentida por líderes indígenas a EL COLOMBIANO), no se refirieron al secuestro del profesor Jhon Eriberto Isarama Forastero, “sacado de su casa el pasado 7 de octubre por hombres uniformados del frente Cimarrón”, como los identificó la comunidad.